La correísta Luisa González y el liberal Daniel Noboa pasan a la segunda vuelta.
Quito.— Los comicios extraordinarios en Ecuador se han llevado a cabo en medio de la peor crisis de seguridad de la historia del país. Con más del 94% de actas escrutadas, los candidatos que pasan a la segunda vuelta son la correísta Luisa González, del Movimiento Revolución Ciudadana (con un 33,34% de los votos), y el ex asambleísta Daniel Noboa, representante de Acción Democrática Nacional (con un 23,64%).
El joven empresario Noboa ha sido la sorpresa de estas elecciones. Hijo del cinco veces candidato a la presidencia y magnate bananero, Álvaro Noboa, el candidato que pasa a la segunda vuelta no era el aparentemente más fuerte hace una semana. Cuando el asesinato del candidato Fernando Villavicencio sacudió al país el 9 de agosto, el problema de la creciente violencia tomó aun más relevancia. Parecía que Jan Topic, de la alianza “Por un país sin miedo” y llamado por algunos el “Bukele ecuatoriano”, con su campaña centrada en seguridad, ganaría fuerza para llegar a la segunda vuelta.
Topic ha quedado en cuarto puesto, mientras que Noboa, quien hasta hace nada estaba en el fondo de las encuestas, ganó el voto joven e indeciso y remontó como la espuma. Él y su contrincante, González, coincidieron como asambleístas en la Cámara que fue disuelta por el saliente mandatario Lasso con la medida de la “muerte cruzada” en mayo. Para Noboa, la Asamblea elegida en 2021 suponía su incursión en la política, mientras que González desempeñó varios cargos en el gobierno del expresidente Rafael Correa y lleva desde entonces en dicho escenario.
La ausencia del candidato asesinado, Fernando Villavicencio, se sintió fuertemente y recordó a los ecuatorianos lo que está en juego en estas elecciones
Su relación con aquel gobierno quedó clara en el debate en que participaron los candidatos el 13 de agosto. Las respuestas de González hacían un énfasis continuo en el trabajo realizado en el gabinete de Correa, recordando lo que, según ella, se había conseguido en esos tiempos y que se volvería a lograr en caso de su victoria. Interesante que las referencias de un candidato para el manejo de un país sea el que deja un expresidente condenado por corrupción y refugiado en el extranjero.
Noboa destacó en ese debate. Se mostró disciplinado, organizado y tranquilo, sus respuestas se apoyaban en datos y no entró en la batalla de insultos que se lanzaban otros candidatos (Sonnenholzner y González perdieron puntos en eso, más preocupados por recordarle al mundo los fallos del pasado que por dar ideas concretas para el futuro).
Cabe destacar en estas elecciones el porcentaje obtenido por Christian Zurita, el candidato que reemplazó a Fernando Villavicencio, del Movimiento Construye, tras su asesinato. El binomio liderado por Zurita, periodista de investigación, obtuvo un 16,5%, lo cual lo situó en el tercer lugar. Llama la atención el apoyo recibido por un binomio que ni siquiera aparecía con el nombre del candidato correcto en las papeletas (en las cuales constaba Villavicencio), un aspirante a quien no pudimos llegar a conocer en el debate (en el que el podio correspondiente al postulante asesinado permaneció vacío). Villavicencio fue conocido por sus denuncias públicas de las tramas de corrupción y los vínculos entre el poder y el crimen organizado. Su ausencia se sintió fuertemente y recordó a los ecuatorianos lo que está en juego en estas elecciones.
La clave para la gobernabilidad: cómo queda la Asamblea
En la Asamblea, el Movimiento Construye también ha tenido arrastre. Con casi el 21% de los votos, parece ser la segunda fuerza detrás de la Revolución Ciudadana, que acumula casi el 40%. El conteo de votos continúa, pero los partidos ya hacen cálculos sobre cuántos legisladores tendrán en la Cámara.
Se ven cambios en la constitución de esta, con partidos que desaparecen del hemiciclo (como CREO, el movimiento liderado por Lasso) o que pierden fuerza (Pachakutik y la Izquierda Democrática), y otros que crecen (por ejemplo, ADN, que apoya a Noboa, o la alianza Actuemos, que respaldó a Otto Sonnenholzner). La bancada de la Revolución Ciudadana, por su parte, refleja en gran medida el éxito del binomio correspondiente; no parecen alcanzar la mayoría (necesitarían 71 legisladores), pero son un grupo fuerte y consolidado.
Esta “nueva” Asamblea es clave para el desarrollo del tiempo que queda para quien llegue al poder. Como pudimos observar a lo largo del mandato de Lasso, una Asamblea en contra deshace y complica el trabajo del Ejecutivo. Los nuevos legisladores se posicionarán unos días después de recibir sus credenciales a finales de octubre. Si hacen bien su trabajo y consiguen superar la mala reputación que ha tenido la Cámara en los últimos años, queda por verse.
La consulta del medio ambiente
Con la emoción (o tranquilidad) que deja este primer balotaje, pocos recuerdan que los ecuatorianos no solo se pronunciaron respecto a la elección del Ejecutivo y el Legislativo. El 20 de agosto se celebró también un referendo nacional sobre la explotación petrolera en la Amazonia y, para los habitantes de Quito, sobre la minería en el Chocó Andino, un territorio declarado reserva de la biosfera por UNESCO. En ambas consultas el triunfo lo obtuvo la opción de detener y prohibir la extracción.
Se trata de un hito histórico, al consultar al pueblo sobre un tema medioambiental (con claros efectos económicos y sociales) que le afecta directamente. Lo cuestionable es si estuvieron claras las preguntas de las consultas y si realmente los consultados conocían las repercusiones de aquello por lo que estaban votando. Sin embargo, es interesante considerar que este hecho supone un ejemplo y un precedente respecto a política medioambiental y al poder de los ciudadanos para decidir sobre sus recursos naturales.
En general, la jornada se desarrolló sin inconvenientes, con la presencia permanente de la Policía y las Fuerzas Armadas en los recintos electorales. Si bien el voto telemático dispuesto para los ecuatorianos en el extranjero presentó fallas (y se estudia el que se pueda repetir), tanto la jornada electoral como el proceso de recuento de votos se dio con aparente normalidad. Los ecuatorianos se han acostumbrado a procesos tensos y llenos de acusaciones de fraude, pero en esta ocasión parece haber imperado la tranquilidad en ese respecto.
Siguiente cita con las urnas: 15 de octubre
Los ciudadanos volverán a las urnas el 15 de octubre para la segunda vuelta. González tiene a sus votantes ganados y Noboa ha conseguido el voto joven, presentándose como un perfil fresco, preparado, distinto, un poco outsider, pero no del todo. Al parecer, llamó la atención de los ecuatorianos que quieren separarse de la dinámica “correísmo vs. anticorreísmo”, que domina la política local reciente.
Hasta el momento, aunque algunos candidatos en las últimas elecciones han tratado de desmarcarse de esta dinámica, realmente no lo han conseguido. Mientras la sombra de Correa siga en el panorama político, los ecuatorianos votan, o bien por el legado de su gobierno, o bien por quien parece tener la fuerza para derrotar a quien represente esa continuidad. Tal vez esta victoria inicial de Noboa suponga un pequeño giro para la política ecuatoriana. Para eso, claro, tenemos que preguntarnos algo importante: ¿dónde están los demás partidos? ¿Qué podemos esperar de ellos, no solo en la segunda vuelta, sino en la Asamblea y fuera de ella?
El debate que precederá la segunda cita con las urnas está previsto para el 1 de octubre. Teniendo en cuenta el aparente efecto que el pasado encuentro tuvo en estas elecciones, será interesante seguir el próximo y ver realmente qué proponen los candidatos y cómo se desenvuelven. Si consiguen romper el formato de intercambio de insultos al que nos hemos acostumbrado, habrán ganado mucho.