Sean Buchanan

A pesar de ciertas concesiones a lo políticamente correcto, la película convence por las extraordinarias interpretaciones y por no caer en anacronismos.
La vida de un coleccionista misántropo y solitario, que vive para sus cuadros, da un vuelco cuando se enamora de una mujer.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.