Sean Murphy

Texas puede quedarse sin el fármaco que utiliza para aplicar la pena de muerte, pues los laboratorios que lo fabrican han objetado a que sea usado con tal fin. Este hecho permite situar en un contexto nuevo y esclarecedor la objeción de conciencia, que algunos quieren limitar.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.