Isabel Ferrando

En la sensación de “no llegar a nada”, común en nuestras sociedades, intervienen factores externos, pero con frecuencia subyace un problema antropológico: la falta de sentido.
Los alumnos con altas capacidades tienen una elevada tasa de fracaso educativo. Por ellos y por lo que pueden aportar a la sociedad, la escuela debe adaptarse a sus necesidades.

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