La primera incursión de la autora en la novela histórica rompe falsos estereotipos acerca de la Inquisición y la caza de brujas en la aldea de Zugarramurdi.
Las falsedades y tópicos acerca de pueblos que han sido históricamente potencias mundiales o regionales, perduran en el imaginario colectivo bajo un ropaje de respetabilidad intelectual.