De cómo la Francia secular da voz a los credos sobre el futuro del planeta

Fuente: The Economist
publicado
DURACIÓN LECTURA: 3min.

Los líderes políticos del orbe se han reunido en París para abordar el cambio climático, tras largos debates entre expertos sobre los posibles avances en el tema. Pero esta vez, a diferencia de otras, también los líderes religiosos de la humanidad se han estado preparando para esta conferencia y han alzado sus voces para recordar el componente moral de la cuestión.

Lo que es bastante sorprendente, según The Economist, es que este activismo espiritual ha sido también promovido por un presidente que una vez renunció a la fe católica en la que fue criado: por François Hollande, el mandatario socialista de la Francia secular.

“Al menos un campeón de la fe, el Papa Francisco, no necesita la bendición de ningún líder mundial, aunque no está de más tenerla. Desde África (…),el Pontífice ha afirmado que sería ‘catastrófico’ si la cumbre de París fracasara por culpa de los ‘intereses particulares’ que nublan el bien común. En Kenia, al retomar en su discurso temas de su encíclica ‘verde’ publicada en junio, Francisco vinculó el cambio climático con otros problemas globales, como la migración forzada, el tráfico humano y el trabajo esclavo, y reclamó un “nuevo sistema energético” para minimizar el empleo de combustibles fósiles”.

“A pesar de algunos momentos incómodos entre Francia y la Santa Sede (que rechazó aceptar como embajador ante el Vaticano a un diplomático abiertamente gay), los pronunciamientos ecológicos del Papa y otras luminarias espirituales han sido cálidamente acogidas por Hollande. Esto, según algunos, debe agradecerse a Nicolas Hulot, un ambientalista y cineasta que asesora sobre cambio climático al presidente francés. Hulot posee un sentido cinematográfico que puede atraer al público más que lo que pueden hacerlo las estadísticas frías. La gente necesita ser conmovida, inspirada, y la religión puede hacerlo”, afirma la publicación británica.

“Cuando el presidente francés recorrió en febrero las zonas devastadas por un tifón en Filipinas, le acompañó el Patriarca Bartolomé, “primero entre iguales” en el mundo cristiano ortodoxo y veterano activista a favor del planeta. Más tarde, en julio, Hollande acogió la celebración de una llamativa “Cumbre Mundial de Conciencia”, que involucró a líderes religiosos de varias confesiones, desde el Patriarca ortodoxo hasta sabios musulmanes sufíes o el cardenal Turkson, de Ghana (en representación del Papa). Entre los organizadores estaba R20, un movimiento ambientalista y pro energías limpias iniciado por el actor y exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y la Alliance of Religions and Conservation, una ONG creada en el Reino Unido por el príncipe Felipe.”.

De aquella reunión salió una iniciativa interesante: la de un grupo de vídeos en los que hombres y mujeres de diferentes culturas y credos respondían la pregunta: “¿Por qué yo importo?”, con el reto de expresar brevemente ante la cámara su sentir sobre los destinos del planeta y sobre cómo ello se relacionaba con sus creencias.

Pues bien, recientemente hubo una inesperada continuación. “El presidente Hollande decidió lanzarles el mismo reto a sus colegas en la Cumbre de Cambio Climático. Les invitó a hacer pequeñas y agudas declaraciones sobre el planeta, en las que enfocaran el tema como un ‘asunto de conciencia’, más que desde sus detalles técnicos. El propio mandatario galo lo hizo el 18 de noviembre, apenas unos días después de los ataques terroristas que han hundido a París en una crisis.

“En la mayoría de los casos –apunta The Economist–, las respuestas de los políticos no serán explícitamente religiosas, pero el hecho de que estén urgidos a hablar en elevados términos morales es resultado, indirecto al menos, de toda la discusión ecorreligiosa. Animado por un inusual elenco de actores, desde la Casa de Windsor hasta el protagonista de Terminator, el más secular de los presidentes franceses ha alcanzado el punto en que el hombre (o al menos el hombre ecológico) no vive solo de pan. Aunque tanto él como su homólogo papal probablemente estarían de acuerdo en que el pan es muy importante también”.

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