España: se mantienen las proporciones entre la enseñanza pública y la privada

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Los datos sobre el número de alumnos y profesores de la enseñanza española, aportados por el Ministerio de Educación al comienzo del curso, confirman la tendencia de los últimos años de progresivo descenso del número de alumnos. Este curso escolar comienza con 99.760 alumnos menos (51.400 en la enseñanza no universitaria y 48.300 en la universidad).

Hay inquietud en las universidades, donde los alumnos han descendido un 5,2% desde 1999. Y menos alumnos significa menos recursos, menos necesidad de plazas de profesores y quizá hasta supresión de algunos estudios. A pesar de todo, España, que cuenta en la actualidad con 1.499.000 alumnos universitarios, es, después de Finlandia, el país de la Unión Europa con la mayor tasa de universitarios. La universidad pública sigue siendo ampliamente mayoritaria (91,3% del total de alumnos), frente al 8,7% que estudian en universidades privadas o de la Iglesia católica. El descenso de universitarios no es homogéneo en todas las carreras, sino que afecta más a las de humanidades y ciencias sociales y jurídicas. Las carreras técnicas y de ciencias de la salud mantienen y aumentan el número de alumnos.

En la enseñanza no universitaria llama la atención el incremento de 24.578 alumnos en la Educación Infantil (0 a 6 años) y de 7.147 en la Formación Profesional, después de unos años de fuertes descensos. Este incremento en la Educación Infantil se explica por el aumento de la oferta de escolarización (en el segundo ciclo de estas enseñanzas, que siguen sin ser obligatorias, ya se ha llegado al ciento por ciento de alumnos escolarizados), al leve incremento de la natalidad y a la incorporación de alumnos extranjeros. El incremento de alumnos en la Formación Profesional es fruto de la implantación de los nuevos ciclos de grado medio y grado superior y también del mayor interés que están suscitando estos estudios.

Mientras desciende el número de alumnos, aumenta el de profesores, especialmente en la enseñanza pública. En la enseñanza no universitaria hay un total de 530.375 docentes, 3.527 más que en el curso anterior. En la enseñanza privada y concertada se mantienen los 137.000 docentes. Estos datos explican que la ratio (número medio de alumnos por unidad) sea distinta en la pública que en la concertada. Por etapas, la Educación Infantil tiene 19,1 en la pública y 21 en la privada y concertada; la Educación Primaria, 19,4 y 24,3; la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), 24,4 y 27,9 respectivamente.

Los datos aportados por el Ministerio desmienten las habituales acusaciones de la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, que hablan de un espectacular trasvase de alumnos de la escuela pública a la concertada dentro de la campaña propiciada por el partido en el poder -dicen- de desmantelar la escuela pública. Con los datos aportados, las proporciones siguen siendo similares al curso anterior: en los centros privados y concertados estudian un 27,1% en la Formación Profesional; en el Bachillerato, un 24,2%; en la ESO, un 34,2%; en la Educación Especial, un 51,1%; en la Educación Primaria, un 33,3%; y en la E. Infantil, un 33,8%. La media es de un 32,3%.

El número de alumnos inmigrantes crece año tras año. Si en el curso 2000/2001 la cifra total era de 133.684, en el nuevo curso escolar se estima que serán 177.397. Con datos del curso 2000/2001, el 30,4% procedían de Europa, el 28% de África (prácticamente la totalidad del norte de África, que son los que normalmente tienen más problemas para integrarse), el 26,2% de América del Sur y el 15% restante de Asia, América Central y otras zonas.

A pesar del importante incremento en el número de alumnos inmigrantes, son significativas las diferencias con otros países de la Unión Europea. Por ejemplo, España cuenta en la Educación Infantil con 11 alumnos extranjeros por cada mil, mientras que Alemania tiene 152, Austria 111, Bélgica 84, Francia 58 e Italia 13.

Los datos aportados por el Ministerio de Educación confirman también el constante incremento de las inversiones públicas. Si desde 1992 ha descendido en un 11,7% el número de alumnos, en el mismo periodo, el gasto público ha aumentado un 21,4%. El gasto de las Administraciones públicas en educación en el 2001 supuso el 4,5% del PIB. El gasto de las familias en el mismo año fue de un 1,2%.

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