La Formación Profesional, tradicional cenicienta de la educación en España, atrae en los últimos tiempos a uno de cada cuatro alumnos, y les garantiza una tasa de ocupación solo un punto por debajo de la de los titulados universitarios. Este mayor atractivo de la FP lo destaca el Informe España 2004, que edita la Fundación Encuentro, en la sección dedicada a la educación.
La lenta recuperación de la FP respecto al Bachillerato se refleja en que el porcentaje de alumnos que al terminar la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) optan por los ciclos formativos de grado medio ha pasado del 23,8% en el curso 2001-2002 al 26,1% en el curso 2003-2004.
La FP ha logrado en los últimos años que los titulados técnico-profesionales encuentren trabajo antes que los licenciados universitarios, en especial los titulados de FP II y de ciclos de grado superior; este grupo tiene la tasa de paro más baja entre la población menor de 30 años.
La FP también ha mejorado sus oportunidades de empleo. El mayor incremento de la tasa de ocupación en el periodo 1992-2002 corresponde a los titulados en FP, que pasan de un 55% al 72%. Su tasa de ocupación se sitúa apenas un punto por debajo de la de los titulados universitarios, y en los últimos años ha crecido el doble que la de estos.
El informe añade prudentemente que el reconocimiento y aceptación de la FP no es de momento una tendencia consolidada, ya que generalmente se sigue considerando una formación de segunda por debajo de la universitaria.
A este respecto es interesante señalar que la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), por medio de una encuesta realizada en 2000 entre los universitarios, reveló que dos de cada diez no volverían a pasar por la universidad, dado que el 33% de ellos se encontraba subempleado, es decir, tenía una formación superior a los requerimientos de su trabajo.
Francia: avance de los bachilleratos tecnológico y profesional
En Francia, en el último decenio se ha observado una disminución de los candidatos al bachillerato general -el más tradicional y prestigioso- y un aumento de los alumnos de los bachilleratos tecnológico y profesional, creados a mediados de los ochenta para favorecer una inserción más rápida en el mercado laboral. Este año, de los alumnos presentados al examen final de bachillerato, el 51,75% eran del general y el 48,25% del tecnológico o del profesional.
A pesar de esta evolución cuantitativa, el bachillerato general sigue siendo el más prestigioso para profesores, padres y alumnos. La elección entre uno y otro tipo de estudios no depende tanto del contenido de cada bachillerato como del perfil del alumno y de la idea que de su futuro se hace la familia. La tasa de éxito en el examen de bachillerato es más elevada en el general (83,7%) que en los otros dos (76%), ya que estos acogen a más alumnos con dificultades escolares y a jóvenes procedentes de medios desfavorecidos.
Por otra parte, el 15% de los alumnos orientados hacia los liceos profesionales abandonan los estudios en el primer año. Igualmente, muchos menos bachilleres profesionales acceden a la universidad.