En sociedades verdaderamente pluralistas, los poderes públicos se abstienen de tomar partido en los asuntos controvertidos sobre los que cabe discrepar legítimamente. Gracias a esta neutralidad, los ciudadanos pueden debatir sobre esos temas sin temor a ser sancionados por el Estado. Pero esta libertad se ve amenazada ahora por las leyes LGTBI aprobadas en varias comunidades autónomas. Benigno Blanco, abogado y expresidente del Foro de la Familia, reflexiona sobre ellas en un largo artículo, del que ofrecemos un resumen.
“A favor de la lucha contra la discriminación, sí; a favor de la imposición de una ideología, no”. Con esta frase, Blanco centra el objetivo de sus críticas en las ley ...
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