Los empleos que triunfan en la era del «chip»

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En los últimos tiempos, los avances tecnológicos han provocado la desaparición de millones de empleos. Algunos economistas dicen que estamos condenados al paro. Pero la tecnología también crea nuevos empleos que pueden sustituir con creces a los antiguos, como se recuerda en un artículo publicado en Actualidad Económica (Madrid, 13-III-95).

Desde el principio de la revolución industrial, las máquinas han sido el gran enemigo de los trabajadores; la bestia negra que les iba a quitar sus puestos de trabajo. (…) El miedo a la tecnología, sometido a ciclos, está ahora en su punto máximo. Los pronósticos pesimistas encuentran cada vez más eco.

(…) En los últimos doscientos años, millones de trabajadores manuales han sido sustituidos por máquinas. Sin embargo, durante ese período el número de puestos de trabajo no ha dejado de crecer, al igual que la renta de los trabajadores de los países industrializados. Este crecimiento y enriquecimiento no se ha producido a pesar de los avances tecnológicos, sino gracias a ellos. La idea de que la tecnología es capaz de crear más empleos de los que destruye no es nueva para los economistas. Sin embargo, algunos expertos aseguran que los avances que implica la informática no son comparables con los precedentes, y por eso no vale la experiencia anterior.

Inventos como el telar mecánico suprimieron muchos empleos, pero su impacto se reducía a una parte muy limitada de la economía. (…) En cambio, los avances de la informática y las telecomunicaciones de alta tecnología afectan a todos los sectores, y no sólo en los peldaños más bajos del escalafón, sino también a trabajadores cualificados.

(…) Como todo son especulaciones de lo que puede suceder en el futuro, no se puede decir que estén equivocadas, pero sí que hay fuertes argumentos en contra. En Estados Unidos, donde se han hecho fuertes inversiones en informática durante la última década, el paro no supera el 5,7%, una tasa similar a la de hace treinta años. En Europa occidental, que ha hecho menos inversiones en tecnología, el desempleo está en el 11%. (…)

Cuando una nueva máquina reduce el trabajo necesario para la producción y por lo tanto reduce costes, pueden pasar tres cosas: que caiga el precio del producto, que suban los salarios de los que lo producen o que aumenten los beneficios de la empresa. Cualquiera de las tres posibilidades implica un aumento del poder adquisitivo de los consumidores, que lleva a un aumento de la demanda y por lo tanto del empleo. El círculo no es tan malo como lo pintan. Por lo tanto, aunque la informatización destruya más empleos que otras innovaciones técnicas, su efecto de compensación puede ser también más fuerte y crear mayores oportunidades de inversión y de crecimiento.

(…) Es muy difícil predecir dónde surgirán las nuevas oportunidades de trabajo durante los próximos 25 años. Pero hay algunos indicios (…). En Estados Unidos, en los últimos diez años, el empleo en puestos relacionados con el software informático se ha triplicado.

(…) Por otro lado, la proporción de población de la tercera edad crecerá mucho, con un nivel de renta cada vez más alto. Esta circunstancia hará que surjan puestos de trabajo en el sector sanitario, en el turístico, en la atención a domicilio y de asesores financieros. El cambio tecnológico incrementará la necesidad de formación de los trabajadores, que tendrán que reciclarse y prepararse para las nuevas profesiones. Aumentará por lo tanto la demanda de profesores y formadores. La industria del ocio y los servicios de información también experimentarán un fuerte crecimiento.

(…) Varios estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sustentan la tesis de que la tecnología crea más puestos de trabajo de los que destruye.

(…) Los expertos de la OCDE recuerdan que Estados Unidos y Japón -los países donde se han creado más puestos de trabajo y la tasa de paro es más baja- son también los que han invertido más en tecnología y han hecho un mayor esfuerzo por adaptar sus infraestructuras a la alta tecnología.

(…) Un informe de la consultora McKinsey llega a la conclusión de que las rigideces en los mercados pueden tener mucha mayor responsabilidad en la destrucción de empleo que la tecnología. La banca es un buen ejemplo. En Estados Unidos, la banca telefónica y los cajeros automáticos han eliminado muchos puestos de trabajo en los bancos, pero el empleo en servicios financieros ha crecido rápidamente gracias a la aparición de nuevos productos. En cambio, en Europa se han perdido también muchos puestos de trabajo, pero las estrictas regulaciones del sector han impedido la creación de los sustitutos.

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