Un artículo de ABC (14-11-2012) explica, a modo de preguntas y respuestas, cuáles son las condiciones, el proceso y las consecuencias que establece la Iglesia en estos casos. Esta guía resulta especialmente interesante a la luz de otra información de ABC: en los últimos cinco años ha descendido sensiblemente el número de solicitudes de nulidad ante el Tribunal de la Rota en España.
El decano del Tribunal de la Rota explicaba recientemente que la principal causa de los procesos de nulidad hoy en día está relacionada con la “socialización de la inmadurez”. La mayoría de los casos incoados tienen como protagonistas a matrimonios recientes, muchos con menos de un año de duración: “Habría que preguntarse si quienes se casan tienen realmente la disposición y los resortes de vivencias personales para un matrimonio”. Esta inmadurez, unida a la creciente secularización, se refleja también en el momento de la separación: “Muchos matrimonios ni siquiera se plantean si ha podido existir alguna causa de nulidad”.
El artículo-guía de ABC pretende precisamente suplir la desinformación de los propios católicos. El texto señala, por ejemplo, que la Iglesia no podría, aunque quisiese, anular un matrimonio válido; por lo que la nulidad matrimonial no tiene nada que ver con el divorcio, ni tampoco con la separación. Enumera también las condiciones para que la unión sea considerada válida: que se haya realizado según la forma estipulada y entre personas hábiles y capaces.
Además, explica por qué se precisa contactar con el otro cónyuge (para evitar su indefensión) y con testigos que conozcan el caso, especialmente lo sucedido antes y después del matrimonio. En el fondo, todas estas provisiones obedecen al propósito de aclarar la naturaleza del enlace, y no al de acusar a nadie.
Por último, el artículo responde también a otras cuestiones procedimentales y prácticas: costos, pasos, relación con el padrón civil y tiempo de duración media.