Estados Unidos
Las compañías telefónicas de Estados Unidos están recibiendo cada vez más quejas de clientes sobre llamadas internacionales que dicen no haber hecho: son los hijos que, a escondidas, contactan con líneas eróticas que operan desde otros países. Los niños conocen los números por medio de anuncios en revistas juveniles. Cuando ya es tarde los padres acuden a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), sorprendidos por facturas de hasta 800 y 900 dólares diarios y por llamadas a lugares tan lejanos como Zimbabue o Moldavia, en la antigua URSS. Pero la FCC no tiene jurisdicción para actuar contra los responsables, ya que se encuentran fuera del país. Las compañías telefónicas tan sólo pueden bloquear, a petición del usuario, el acceso a líneas internacionales, como ya se realiza con las líneas nacionales 900; pero estas medidas normalmente no se toman antes de recibir la primera factura desorbitada. En otros países se plantea como solución conceder esas líneas sólo a quienes lo soliciten (ver servicios 129/93 y 152/93).