Venezuela, otrora destino de ciudadanos europeos y de otras latitudes que surcaban el Atlántico en busca de prosperidad, se está convirtiendo paulatinamente en tierra de emigrantes: se estima que entre 800.000 y 1,5 millones de venezolanos viven actualmente en el exterior, y de ellos, el 90 por ciento ha salido en los últimos 15 años, coincidiendo con la etapa del gobierno chavista.
“Aunque no hay datos oficiales sobre esto, hemos encontrado (las cifras) con entrevistas, cuestionarios e informes migratorios internacionales”, apunta Tomás Páez, de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, quien añade que ha ocurrido un repunte en los últimos cuatro años, y otro en los últimos meses.
Actualmente, de las casi 30 millones de personas que residen en Venezuela, un 10 por ciento dice estar realizando trámites para emigrar. El número, según la encuestadora local Datanálisis, contrasta con el 4 por ciento que realizaba estas gestiones una década atrás.
Asimismo, ha trascendido que la decisión migratoria, antes más característica de personas de clase media-alta, ha comenzado a bajar de estrato social y hoy suma a venezolanos de bajos ingresos.
Las cifras de emigración son ciertamente pequeñas en comparación con las de países como Colombia o Perú, cuya diáspora llega a 4,7 millones y 3,5 millones respectivamente, pero son llamativas para Venezuela, que fue tradicionalmente un polo de atracción para inmigrantes económicos.
Uno de los principales destinos de los emigrantes venezolanos, EE.UU., acoge a más de 250.000, según el último censo estadounidense, y más del 40 por ciento de ellos trabaja en áreas de negocios, ciencias, administración de empresas y artes.
El número de venezolanos que solicitan visa de residente en el país del norte ha ido creciendo desde 2011. En 2013, más de 9.500 venezolanos obtuvieron la tarjeta de residencia permanente. Por otra parte, algunos de los emigrantes aplican como estudiantes, con lo que el número de los que lograron ese tipo de visas para entrar a EE.UU. el pasado año alcanzó los 21.725, el doble de quienes lo hicieron en 2009.
Factores como el no comulgar con el proyecto político de inspiración chavista, pero también la criminalidad –los altos índices de robos, secuestros, asesinatos– y la incertidumbre económica, han llevado al alza el movimiento migratorio venezolano, del que se desconocen las cifras oficiales, pues el gobierno no publica esos datos desde 2000.