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Selección de literatura para las vacaciones (verano 2014)

publicado
DURACIÓN LECTURA: 18min.

Entre las muchas cosas para hacer en vacaciones, pocas más provechosas que sumergirse en lecturas que nos abran a otras perspectivas. La creación literaria nos permite así viajes que quizá nunca haremos, para adentrarnos en los mundos de escritores de buena pluma. Seleccionamos algunos títulos de literatura editados en el último año.


Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 55/14

::ESCRITO EN ESPAÑA::


Vicente Valero, Los extraños. Todas las familias tienen sus “extraños”, personajes con su halo de leyenda. En estas narraciones el autor recuerda a cuatro familiares. La mayoría nacen con el siglo XX y han vivido las desventuras del África colonial, la agitada Segunda República, la Guerra Civil, la posguerra en España o en el exilio, la Ibiza rural de los años 70. El autor ofrece un rastro coherente de lo que hicieron desde que se alejaron del tronco común. (Periférica. 176 págs. 16,75 ).

Ignacio Martínez de Pisón, La buena reputación. Novela concebida como una saga familiar que abarca desde los años 50 hasta los 80 del siglo pasado. La primera parte, la dedicada a Mercedes y Samuel, una de las familias judías más influyentes de Melilla, es la más original, pues reconstruye la vida de los judíos en esa ciudad. Pero con las hijas mayores deciden asentarse en Zaragoza, donde rehacen sus vidas. Todos los personajes arrastran tensiones y conflictos y ninguno tiene fuertes convicciones, salvo Samuel. (Seix Barral. 640 págs. 21,90 ).

Julia Navarro, Dispara, yo ya estoy muerto. Los protagonistas son varias generaciones de árabes y judíos entre 1880 y 1948. Los asentamientos de judíos en la Palestina ocupada por los británicos, la formación de las milicias judías o la creación del Estado de Israel son el engarce de una historia de amistad, convivencia y tolerancia. La novela es poliédrica en situaciones, escenarios (París, Madrid, Varsovia, Moscú, Jerusalén, etc.) y personas. (Plaza & Janés. 912 págs. 22,90 ).

Arturo Pérez-Reverte, El francotirador paciente. Se adentra el autor en el mundo clandestino de los grafiteros. Lex, historiadora especializada en arte callejero, es contratada para que se ponga en contacto con el escurridizo Sniper, un grafitero español de fama internacional. Con objetivos menos artísticos, hay también otras personas interesadas en el paradero de Sniper. Lex viaja por Madrid, Lisboa, Verona, Roma, Nápoles… El ritmo es rápido y dinámico, con un desenlace imprevisible. (Alfaguara. 312 págs. 19,50 ).

::LATINOAMERICANOS::


Gabriel García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba. Publicada en 1961, esta novela es una obra maestra del realismo sin etiquetas. En la vida del coronel todo es desasosiego, espera y constatación semanal de un fracaso que disfraza agarrándose a una tímida esperanza. La novela es perfecta en su realismo, impecable en cómo consigue reflejar el paso del tiempo y contenida en su sobriedad narrativa. (Debolsillo. 104 págs. 6,95 ).

Leonardo Padura, Herejes. El protagonista es el detective Mario Conde, habitual en otras novelas de Padura, quien debe resolver el misterio de un cuadro de Rembrandt que unos judíos perdieron cuando el transatlántico “Saint Louis” no pudo atracar en La Habana con 900 judíos que huían del nazismo. La novela se centra en el cuadro y en el destino de los descendientes de esta familia, con incursiones en la Cuba actual y en el Amsterdam del siglo XVII. (Tusquets. 520 págs. 21 ).

Jorge Ibargüengoitia, Maten al león. Esta novela bebe de la tradición de las “novelas de tirano” de la narrativa latinoamericana. En 1926, en la isla caribeña de Arepa, el presidente cumple los cuatro mandatos que le permite la ley. Naturalmente no tiene intención alguna de dejar el poder. Como la legalidad es una pantomima, todos aceptan el statu quo. Se trata de una sátira contra la pasividad y la resignación, con momentos hilarantes y otros de tensa expectación. (RBA. 174 págs. 18 ).

José Mauro de Vasconcelos, Vamos a calentar el sol. Esta novela tiene como personaje principal también a Zezé, el niño protagonista de Mi planta de naranja lima. Comienza cuando tiene once años y ha sido adoptado por una familia de buena posición. Pero Zezé sigue siendo un niño triste que utiliza la imaginación para suplir el cariño que no recibe. Aunque esta obra no tiene tanta fuerza emotiva ni literaria como Mi planta de naranja lima, también reivindica la imaginación y la infancia. (Libros del Asteroide. 328 págs. 16,95 ).

::MEMORIALISMOS::


Meir Shalev, Mi abuela rusa y su aspiradora americana. El autor cuenta la historia de su familia desde la llegada a Palestina de los primeros colonos en los años veinte del siglo pasado. Todo gira alrededor de la abuela Tonia, emigrada con el abuelo desde Ucrania. Shalev describe la dura vida de los comienzos en una zona agrícola de Galilea, con medios precarios, pero donde reina la amistad y la solidaridad entre los colonos. Las descripciones están llenas de detalles agradables y risibles. (Ático de los Libros. 240 págs. 19,90 ).

Elspeth Huxley, Los flamboyanes de Thika. La autora (1907-1997) pasó la mayor parte de su infancia en Kenia, donde nació. Este libro, de 1959, lleva por subtítulo “Memorias de una infancia africana”. A principios del siglo pasado, Thika no pasaba de ser un campamento de cazadores donde los padres de Elspeth ponen en marcha una plantación. Las memorias se construyen confrontando, con buenas dosis de humor, el estilo de vida occidental con el de los africanos (Ediciones del Viento. 352 págs. 22,50 ).

Gay Talese, Los hijos. Conocido por los libros Retratos y encuentros, El silencio del héroe y Honrarás a tu padre, Talese (1932) escribió en 1992 la historia de la emigración de sus antepasados italianos a Francia y a los Estados Unidos, en un periodo que abarca desde mediados del XIX hasta la Segunda Guerra Mundial. El libro está muy documentado y los personajes y las costumbres exactamente perfilados. (Alfaguara. 752 págs. 22 €).

::INTRIGA Y POLICIACA::


Benjamin Black, La rubia de ojos negros. Quienes hayan disfrutado con las historias del detective Marlowe, escritas por Raymond Chandler (1888-1959), revivirán ese disfrute con esta novela de Benjamin Blanck, seudónimo de John Banville. Fueron los herederos de Chandler los que invitaron a Banville a recrear una nueva aventura de Marlowe. Y Banville ha hecho no un pastiche, sino algo original que sigue siendo a la vez el espíritu de Marlowe y delata su compleja y divertida psicología. (Alfaguara. 336 págs. 18 ).

John Le Carré, Una verdad delicada. La novela arranca con una operación secreta para capturar a un terrorista. El gobierno británico envía de observador a Kit Probyn, diplomático de poca monta, que ve cómo lo que sucede se presenta como un éxito total. Pero años después alguien le echa en cara su participación. Probyn comienza a indagar sobre lo realmente sucedido y se encuentra con una red de mentiras y silencios comprados. (Plaza & Janés. 359 págs. 22,90 ).

Petros Márkaris, Pan, Educación, Libertad. Esta obra cierra la trilogía de la crisis en Grecia, de la que forman parte Con el agua al cuello y Liquidación final. La acción transcurre en enero de 2014, en medio de una situación de crisis social y económica. En este ambiente aparecen tres asesinatos desconcertantes tanto para el comisario Jaritos como para el lector. Y como telón de fondo, la caótica Atenas, con sus calles, sus avenidas y sus plazas. (Tusquets. 253 págs. 18 ).

Lorenzo Silva, Los cuerpos extraños. Séptima entrega de la serie protagonizada por el brigada Bevilacqua y la sargento Chamorro de la Guardia Civil. En un contexto actual, en plena crisis, deben resolver el asesinato de la alcaldesa de una localidad costera del mediterráneo español. Silva muestra desde la perspectiva de una investigación criminal la corrupción de la politica y de los negocios urbanísticos, además de mostrar la consiguiente degradación ética de algunos de los personajes. (Destino. 352 págs. 18,50 ).

Frederick Forsysth, La lista. Kit Carson, ex marine conocido como el Rastreador, participa en una misión que tiene como objetivo eliminar al Predicador, uno de los nombres que aparece en una lista secreta de los terroristas más peligrosos del mundo. La novela contiene una moderna información sobre los modos de trabajo de las agencias estatales de seguridad, la irrupción de los drones y de sofisticados métodos de interceptación de mensajes. (Plaza & Janés. 336 págs. 20,90 €).

::NORTEAMERICANOS::


Edward Lewis Wallant, El prestamista. La novela de Lewis Wallant describe la vida en la tienda de empeños que regenta el judío Sol Nazerman en Harlem, a la que acude una variedad degradada de habitantes unidos por su pobreza. Nazerman se limita a cumplir con su trabajo, sin dejar que nada altere su impasibilidad. Su ayudante en la tienda intuye que esconde un secreto que explicaría su falta de humanidad. Y es que Nazerman intenta superar el Holocausto, donde perdió a su mujer y a sus dos hijos. (Libros del Asteroide. 362 págs. 21,95 ).

Donna Tartt, El jilguero. Novela con numerosas referencias literarias y artísticas. El protagonista es Theodore Decker, superviviente de un atentado en un museo de Nueva York cuando tenía doce años y que huyó del lugar llevándose una pintura holandesa, El jilguero. Las vicisitudes de ese cuadro marcan el ritmo de esta densa novela. Quienes la lean con atención y soporten los pormenores de la caída en los infiernos del protagonista, encontrarán una historia bien construida. (Lumen. 1.148 págs. 24,90 ).

Willa Cather, Sapphira y la joven esclava. La acción se desarrolla en 1856, en los prolegómenos de la guerra civil estadounidense. El matrimonio Colbert, Henry y Shappira, son los dueños de una granja en la que trabajan un buen número de esclavos. En torno al matrimonio se mueve un coro de personajes entre los que se encuentra Nancy, una joven esclava que despierta los celos de su mujer. La granja de los Colbert es un denso entramado de relaciones humanas. (Impedimenta. 266 págs. 22,70 ).

::EUROPEOS::


Giorgio Faletti, Tres actos y dos partes. Silvano Masoero, utillero de un equipo de fútbol italiano, es un expúgil que ha estado en la cárcel por amañar combates, pero ahora es consciente de sus errores. Masoero tiene que enfrentarse a un problema que le cae muy cerca, pues su hijo, el mejor jugador del equipo, está implicado en una ilegal trama de apuestas de fútbol. La novela es intensa, emotiva e ingeniosa. (Anagrama. 145 págs. 14,90 ).

Irène Némirovsky, Los bienes de este mundo. Novela de 1941 que cuenta la vida de tres generaciones de una rica familia de empresarios de una localidad de la costa del Paso de Calais. El peso de la narración lo llevan sucesivas historias de amor que se entretejen con las vicisitudes de la empresa familiar. Los protagonistas luchan por continuar la saga empresarial y por reconstruir la villa de Saint-Elme, que sirve de paso para derrotados y conquistadores. (Salamandra. 221 págs. 15 ).

Elizabeth Bowen, El último septiembre. Novela ambientada en 1920 –el año anterior a la independencia irlandesa– en una mansión en el sur de Irlanda, donde vive una familia aristocrática británica. Los conflictos entre la población local y los británicos aparecen de forma recurrente pero lejana, como contratiempos que alteran la rutina de la vida ordinaria. En buena medida, el esfuerzo de la escritora parece centrado en reconstruir estados de ánimo y el ambiente de los encuentros sociales. (Acantilado. 325 págs. 21,15 ).

Alexander Postel, Un hombre al margen. Un oscuro profesor de universidad, viudo y sin hijos, es detenido, acusado de haber descargado fotografías desde una red pedófila. Eso le conduce a interrogatorios humillantes, a la cárcel y a ser blanco de todas las críticas, sin que pueda defenderse de todo lo que se le viene encima. Un hombre atrapado bajo una maquinaria. Novela tan bien construida y tan bien contada que resulta desasosegante. (Nórdica. 213 págs. 19,50 ).

Siegfried Lenz, El barco faro. El volumen contiene una nouvelle más larga que da título al libro, y otros relatos más breves, siempre con temas graves: las culpas del pasado y lo ocurrido en la reciente guerra mundial, que marca el presente. Lenz logra buenos retratos psicológicos y certeras ambientaciones. Sus relatos son concentrados, tensos, y se dilatan hacia el pasado, con una trascendencia por encima de la anécdota. (Impedimenta. 288 págs. 21,95 ).

Penelope Fitzgerald, La flor azul. Novalis, uno de los más destacados poetas románticos alemanes, conoció en 1794 a Sofía von Kühn, una niña de trece años de la que se enamoró y decidió tomar como esposa en cuanto llegara a la mayoría de edad. Pero Sofía falleció con quince años. Este hecho abrió las puertas de Novalis a la poesía. La autora rememora aquellos sucesos de un modo muy acertado, componiendo un inteligente retablo lleno de humanidad y de colorido. (Impedimenta. 320 págs. 21,95 €).

Henry Handel Richardson, El principio de la sabiduría. Laura es la hija mayor de una familia modesta. Su madre viuda decide enviarla interna a un colegio privado en el que se educan hijas de familias pudientes. Laura se encuentra incómoda en casa, pero tampoco encaja en un colegio en el que las profesoras son distantes y las compañeras, presuntuosas. El libro describe con acierto, sin complacencias, las dificultades de la adolescente. (Alba. 332 págs. 19 €).

Ferdinando Camon, Un altar para la madre. Narración apasionada, con fuerza poética y exaltación de los valores del mundo rural. Cuenta la historia de una familia en la que muere la madre, alma y eje, y a la que el padre se empeña en revivir a través de la memoria con la construcción artesanal de un altar dedicado a ella. En esa labor consigue remover el espíritu colectivo del pueblo, a través de la cooperación. (Minúscula. 135 págs. 12 €).

::DESDE ORIENTE::


Ba Jin, Familia. Ambientada en 1919 en la ciudad china de Chengdú, la novela refleja la crisis del modelo de familia feudal. La familia Gao sigue aferrada a las tradiciones, pero los hijos, jóvenes y estudiantes, saben que ha llegado el momento de pasar página. La novela describe la atmósfera que se vive en el clan, las fiestas y enamoramientos, y la irrupción de una juventud más instruida que reclama cambios en la familia y en la sociedad. (Libros del Asteroide. 376 págs. 19,95 ).

Yu Hua, Crónica de un vendedor de sangre. Esta novela transcurre en los años anteriores y posteriores a la Revolución Cultural y muestra algunas tradiciones que pueden provocar sorpresa en los lectores occidentales por su exotismo un tanto primitivo. Cuenta la vida de Xu Sanguan, quien descubre la posibilidad de vender sangre para incrementar sus ingresos, acción que se convierte en el hilo conductor de la narración, junto con su matrimonio y la llegada de sus tres hijos. (Seix Barral. 304 págs. 19 ).

Shusaku Endo, Cuando silbo. Dos generaciones de japoneses muy distintas aparecen en esta novela. La de Ozu, marcada por la Segunda Guerra Mundial, y la siguiente, la de Eiichi, joven médico, hijo de Ozu, dominada por la ambición de triunfo, de poder, de dinero, aun a costa de renunciar a las antiguas tradiciones y a principios éticos que parecían incuestionables. (Ático de los Libros. 284 págs. 21 ).

::EN LA GUERRA::


Nir Baram, Las buenas personas. La acción transcurre de 1938 hasta 1941, cuando nazis y soviéticos pactan para repartirse Polonia. El autor utiliza dos historias paralelas: en Alemania, el oficial nazi Thomas; en Rusia, Sacha, judía, comunista, que no duda en sacrificar a sus padres en aras de su pureza ideológica. En medio, todas las intrigas de la maquinaria nazi y de la maquinaria soviética, un detallado panorama de aquellos años cruciales. En la última parte, ambas historias convergen. (Alfaguara. 543 págs. 19,50 ).

Alexander Lernet-Holenia, El estandarte. Novela sobre la caída del Imperio austro-húngaro, con un protagonista que se debate entre las obligaciones y tradiciones de su cargo militar y el amor por una joven dama de la corte. La novela tiene intensos pasajes románticos y hasta góticos que se desarrollan en medio del fragor de la batalla de la Gran Guerra, en un momento en que los ideales imperiales sucumben por todos los lados. (Libros del Asteroide. 334 págs. 19,95 ).

Jean Echenoz, 14. Crónica incisiva y minimalista sobre la I Guerra Mundial, localizada en Francia y Bélgica. La ficción la protagonizan cuatro jóvenes personajes de la misma quinta, amigos en una localidad de la Vendée, movilizados contra la invasión alemana. Una mujer a la que pretenden dos de ellos sirve también para estructurar la historia de amor, apenas insinuada. Echenoz es capaz de decir mucho con concisión, de una manera clara, un poco irónica, dramática pero con elegancia. (Anagrama. 104 págs. 12,90 ).

Salvador García de Pruneda, La soledad de Alcuneza. Novela de 1963 que revive la experiencia del autor en la Guerra Civil española. Está escrita como las memorias de un teniente de Caballería, que es un intelectual, un humanista. Él cuenta todo a su manera, con descripciones realistas, costumbristas y líricas, dejándose llevar en muchos momentos por el tono elegíaco y la nostalgia. Es destacable que la novela esquive los habituales clichés ideológicos. (Espuela de Plata. 576 págs. 20 €).

::HUMOR Y ALGO MÁS::


Graeme Simsion, El Proyecto Esposa. Don Tillman, cuarentón, es un profesor de Universidad, racionalista, metódico, nada sentimental. Se plantea por fin casarse, para lo que elabora un cuestionario de exigencias y condiciones. Por error cree que Rosie es una de las candidatas. El personaje de Don es hilarante y entrañable a la vez. Las peripecias, divertidas. El estilo, chispeante y agudo. Es de esas novelas que se leen con gusto, porque nada sobra y todo es jugoso. (Salamandra. 320 págs. 17 ).

James Herriot, Un veterinario en apuros. Tercer volumen de las narraciones que el veterinario Herriot escribió sobre sus experiencias en Yorkshire. Este volumen tiene como hilo conductor el alistamiento del autor en las Fuerzas Aéreas durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras aprende a pilotar aviones, las situaciones que vive le recuerdan sus años de veterinario rural. Herriot tiene la habilidad de saber contar muy bien las historias, conjugando el protagonismo humano y animal. (Ediciones del Viento. 355 págs. 17,45 €).

E. M. Delafield, La dama de provincias prospera. Continuación de Diario de una dama de provincias, libro concebido como el diario de una distinguida ama de casa a inicios de la década de los treinta en Inglaterra. Con un tono leve, ligero e irónico, la autora habla de las frías relaciones con su marido, los conflictos con el servicio, sus hijos, las vecinas, las reuniones sociales, sus dificultades económicas por sus constantes dispendios… (Libros del Asteroide. 240 págs. 18,95 €).

::MAESTROS DEL PERIODISMO::


Julio Camba, Sobre casi todo / Sobre casi nada. Continúan rescatándose los libros de Julio Camba (1884-1962), uno de los grandes del periodismo español. Estos dos libros contienen las mejores cualidades de un periodista que convirtió cualquier tema en un artículo de folio y medio. También se ha publicado Crónicas de viaje (Fórcola), antología de 150 artículos de sus años como corresponsal. (Renacimiento 176 y 174 págs. 15 €).

Gaziel, De París a Monastir. En 1914, el periodista Gaziel se encontraba en París ampliando estudios. Esa estancia le cambió la vida, pues vivió en directo el inicio de la Gran Guerra, la materia de las crónicas que publicó en La Vanguardia. Este libro cuenta su experiencia como corresponsal en 1915, cuando hace un viaje hasta Grecia y Serbia. El éxito de sus escritos radica también en su calidad estilística y en la profundidad con la que aborda los sucesos. (Libros del Asteroide. 308 págs. 17,95 €).

::NOVELA HISTÓRICA::


Rosemary Sutcliff, Una espada al atardecer. Para la autora, detrás de la leyenda artúrica no hay un caballero de armadura reluciente, ni Mesa Redonda, ni un Camelot, sino un jefe de guerra romano-britano del siglo V al que le pareció que valía la pena luchar por “los últimos destellos de la luz de la civilización”. Es él mismo quien lo cuenta cuando, después de su última batalla, recuerda su pasado. La narración es pausada y las descripciones magníficas. (Plataforma. 640 págs. 30 ).

Jesús Sánchez Adalid, Treinta doblones de oro. La novela transcurre en los últimos años del siglo XVII y está protagonizada por un joven andaluz que vive, a veces sin buscarlas, numerosas aventuras. De Sevilla, donde trabaja, se traslada a Cádiz y luego a las Canarias, aunque el viaje es accidentado y son apresados y hechos cautivos en Marruecos, donde hacen escala. Resulta interesante el tratamiento de los personajes y los temas de fondo, que van más allá de la recreación histórica. (Ediciones B. 352 págs. 19,50 ).

::POESÍA::


Carlos Pujol, Magníficat. Poemario póstumo del escritor fallecido en 2012. El autor recorre la vida de la Virgen María, aunque sin seguir un orden cronológico. Hay un intento de expresar los sentimientos íntimos de la Virgen ante el gran misterio de la Redención y en los difíciles avatares que supuso para ella y para San José secundar los planes de Dios. Como en toda la obra de Pujol, no faltan tampoco los toques de ironía, sutiles, desmitificadores de las vanidades humanas. (Cálamo. 44 págs. 10 €).

Juan Meseguer, Áspera nada. En este poemario, Áccesit del premio Adonáis, el autor utiliza la poesía para mirar el mundo y su propio interior. En ese viaje poético, descubre como meta existencial el amor humano y el amor divino, en el que son frecuentes las referencias bíblicas y cristianas. La forma elegida es el poema breve. Esta concentración se sustenta sobre la agudeza conceptual (Rialp. 70 págs. 9,50 €).

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