Repensar la diversidad familiar

publicado
DURACIÓN LECTURA: 4min.
En un contexto donde prima la experiencia subjetiva frente a consideraciones de otro tipo, las ofertas “a la carta” pueden resultar más atractivas que los menús cerrados. De ahí la dificultad actual para entender el matrimonio como una institución con unos rasgos fijos, orientados a unas metas sociales. El triunfo de lo subjetivo frente a lo institucional se lleva bien con el ideal de la diversidad, uno de los mantras que se han usado para equiparar todas las formas de convivencia. Si no hay una mejor forma de familia en el espacio público, es más fácil legitimar la variedad de modelos familiares.

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.