Los que no abandonan la energía nuclear

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Alemania no es el único país que ha dicho no a la energía nuclear a raíz del accidente de Fukushima. En mayo, Suiza decidió no sustituir sus centrales cuando acaben su vida útil, de suerte que dentro de 30 años no quedará ninguna. En junio, los electores italianos aprobaron en referéndum anular el plan de renacimiento nuclear preparado por el gobierno de Silvio Berlusconi, que iba a revocar el apagón decidido en 1987, tras el accidente de Chernóbil. En Chile, deficitario en energía, el gobierno aparcó su proyecto de construir centrales nucleares (ahora no hay ninguna).

Pero esa no es la postura mayoritaria en el club nuclear. Actualmente hay 29 países con reactores, y 14 de ellos tienen centrales en construcción (otro más, Irán, está construyendo la primera).

La mayor expansión nuclear es la de China, que tiene 13 reactores y está construyendo 28 más. Esta puede ser una buena noticia para la atmósfera, si así China logra contener su consumo de carbón, que creció un 185% en la pasada década, hasta alcanzar casi la mitad del total del mundo. El carbón es el combustible fósil más contaminante, al que se debe la mayor parte (43%) de las emisiones mundiales de CO2.

En segundo lugar viene Rusia, con 11 reactores en construcción, que se sumarán a los 32 ya en funcionamiento. Los otros países con más reactores en construcción son India (6) y Corea del Sur (5); los demás tienen uno o dos.

Fukushima no va a hacer que Gran Bretaña se borre del club. Tras una revisión de la seguridad de las centrales, el gobierno de Londres publicó a finales de junio el nuevo plan energético nacional, que cuenta con la energía nuclear como uno de los pilares para reducir las emisiones de CO2 en la generación de electricidad. En concreto, prevé bajar al 20% la parte producida con combustibles fósiles y obtener el resto de centrales nucleares y fuentes renovables, a partes iguales. Esto supone más que duplicar la proporción de la nuclear, que ahora es del 15,6%. Para ello, se pretende tener en 2025 ocho centrales nuevas más potentes, que sustituirán a otras tantas de las 19 actuales.

Tampoco Holanda va a cerrar su única central nuclear, que le facilita cumplir su meta de emisiones. Igualmente, Argentina (dos reactores operativos y uno a punto de inaugurar) ha confirmado que no renuncia, pese a Fukushima.

Hay además países sin energía nuclear que quieren tenerla. Polonia planea levantar seis centrales, para asegurarse la suficiencia energética y no depender de Rusia. Arabia Saudita, aunque es el segundo productor mundial de petróleo (Rusia la adelantó en 2010) y tiene las mayores reservas, quiere satisfacer su creciente demanda de energía sin gastar más de su propio crudo. Las instalaciones de refrigeración, las desaladoras para obtener agua potable del mar y la industria piden cada vez más electricidad, y sería mal negocio generarla quemando barriles de petróleo que dan más dinero si se exportan. La meta saudita es, pues, construir 16 centrales nucleares hasta 2030, a un costo equivalente a 70.000 millones de euros.

 Panorama nuclear
 Japón  Ha desconectado más de 40 reactores
 Alemania  Adelanta el apagón nuclear al año 2022
 Suiza  No sustituirá las centrales existentes, que cerrarán en 30 años
 Italia  Rechazada en referéndum la construcción de centrales nucleares
 China  Está construyendo 28 centrales
 Rusia  Tiene 11 centrales en construcción
 Gran Bretaña  Quiere duplicar la proporción de la electricidad de origen nuclear
 Arabia Saudita  Prevé construir 16 centrales antes de 2030
 Polonia  Proyecta construir 6 centrales

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