Del 10 al 15 de enero, la catedral de Canterbury acogió la Reunión de Primados de la Comunión anglicana, destinada a evitar una escisión por diferencias doctrinales. La solución adoptada ha sido apartar temporalmente a la Iglesia episcopaliana, partidaria del matrimonio homosexual, así como de la ordenación de homosexuales declarados.
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.