La batalla contra la ceguera provocada por el tracoma se está ganando

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El tracoma, una infección ocular que puede provocar la ceguera, afecta a 150 millones de personas en todo el mundo, sobre todo en una treintena de países pobres. De hecho, la enfermedad ha desaparecido de los países desarrollados gracias al agua corriente y a la higiene personal. Algunas organizaciones han puesto en marcha proyectos con los que se espera reducir el número de contagiados los próximos años.

El tracoma está causado por la clamidia, una bacteria que se desarrolla bajo los párpados y, si no se combate, va dañando la córnea hasta causar pérdida de la visión. La enfermedad afecta sobre todo a los niños, cuya falta de higiene es el mejor caldo de cultivo para el germen, y a sus madres, ya que es muy contagiosa.

Se calcula que el tracoma provoca 2.500 millones de dólares de pérdidas anuales en los países afectados. Sin embargo, es una enfermedad fácil de combatir. De ahí que la OMS haya marcado el objetivo de erradicar la enfermedad antes de 2020, a través de la estrategia llamada SAFE, que consiste en operar los párpados deformados para evitar que dañen la córnea; administrar antibióticos; enseñar a los pacientes a lavarse con frecuencia para evitar la infección, y mejorar los sistemas de recogida de basuras (cfr. The Economist, 9 diciembre 2000).

Marruecos es uno de los países afectados, aunque el desarrollo económico de los últimos años ha provocado que el tracoma solo se dé en cinco provincias del sur del país. El gobierno ha instalado clínicas donde se curan los párpados; ha organizado campañas escolares para mejorar la higiene de la población y ha creado equipos médicos de diagnóstico y tratamiento temprano en las zonas de mayor riesgo. No obstante, hay obstáculos que impiden erradicar la enfermedad. Por ejemplo, la escasez de agua no permite una higiene regular y el tratamiento médico con tetraciclina, el antibiótico más barato, exige aplicarse una pomada dos veces al día durante seis semanas (un tratamiento que muy pocos pacientes terminan).

Para superar estas dificultades, algunas organizaciones han puesto en marcha la International Trachoma Initiative (ITI), donde participan organizaciones sanitarias y ONG, como la OMS o la Clark Foundation, y empresas farmacéuticas, como Pfizer. La ITI donó a Marruecos un millón de unidades de azitromicina, un antibiótico que termina con la clamidia en una sola dosis oral. La azitromicina, propiedad de Pfizer, cuesta 14 dólares y no está al alcance de las personas afectadas. Pero gracias a la donación del antibiótico, el número de casos de tracoma se ha reducido un 75% en el país.

Según Jeff Mecaskey, director de la ITI, se espera que en dos o tres años la enfermedad desaparezca de Marruecos. El programa SAFE se aplicará también en Tanzania, Mali y Vietnam, aunque los resultados tardarán más en llegar a causa de sus deficiencias sanitarias.

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