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España: La enseñanza privada, un buen negocio para el Estado

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Las familias pagaron una media de 1.541 euros por alumno en la enseñanza no universitaria y de 4.718 euros en la universitaria

Alcanzada hace tiempo la plena escolarización básica de los españoles, no parece que haya necesidad a corto plazo de más plazas escolares, sin perjuicio de reordenaciones derivadas de los movimientos migratorios internos y externos. La apuesta está en la calidad y en la racionalización de los recursos disponibles, algo que se olvida con frecuencia en protestas –con demasiada ideología política o sindical–, que se rasgan las vestiduras en una pretendida defensa de un sistema público amenazado por inexistentes privatizaciones.

En eso contexto, vale la pena leer la nota de prensa del Instituto Nacional de Estadística, con los datos de la encuesta quinquenal de financiación y gastos de la enseñanza privada, en 2009-1010 (cfr. www.ine.es/prensa/np727.pdf).

En conjunto, los resultados respecto de la encuesta anterior, del curso escolar 2004-2005, siguen siendo positivos para el sector privado, cuyo peso es más importante en la educación no universitaria que en la enseñanza superior. Por lo demás, la estadística confirma la peculiar estructura económica de la escuela: la mayor parte de los gastos corresponden a la retribución del personal (75,5%); el 24%, a bienes y servicios, y el 0,5%, al pago de impuestos.

La financiación pública se mantiene estable

Las aportaciones de la Administración pública al sostenimiento de la enseñanza privada se mantienen estables en este período: constituyen el 58,8% de los ingresos corrientes de los centros no universitarios y el 5,8% de los centros superiores. Lógicamente, como la financiación pública de la enseñanza concertada se limita a la escolaridad obligatoria, la aportación privada resulta muy superior en el bachillerato y en la educación infantil, etapas fuera de los conciertos.

En el caso de la enseñanza básica, a esos ingresos oficiales los centros suman el 37,6% de las cuotas pagadas por las familias; el 3,6% restante procede de transferencias o de otros ingresos privados (donaciones, pagos de asociaciones de padres o concesiones de servicios…). La distribución de ingresos es similar a la del quinquenio precedente.

Las Administraciones Públicas subvencionaron el 75% de los gastos corrientes de los centros concertados

Importante ahorro para el Estado

Las cuotas anuales pagadas por las familias se sitúan en una media de 1.541 euros por alumno en educación no universitaria. La de las subvenciones públicas es de 2.411 euros. La cuantía de estas ayudas es superior en el País Vasco (3.913 euros) y en Navarra (3.269), históricamente más sensibles al protagonismo de la sociedad civil. Y el nivel más bajo se da en Madrid (1.787 euros por alumno), a pesar de las tradicionales acusaciones de “privatización de la enseñanza” dirigidas al gobierno madrileño.

Por otra parte, según el último “Datos y cifras” del Ministerio de Educación, el gasto medio por estudiante de enseñanza primaria en centros públicos era de 5.169 euros en 2008. El ahorro para el Estado es importante, si se tiene en cuenta que acuden a centros públicos el 67,5% de los alumnos (el 65,9% en la ESO).

La diferencia es importante respecto de la enseñanza superior, en la que las universidades privadas apenas suponen el 10% del alumnado. Aun así, el gasto por estudiante en las públicas era en 2008 de 10.020 euros anuales. En este campo, las comparaciones son más delicadas, pues en el sobrecoste de las públicas influye una mayor carga de tareas de investigación, que no se dan siempre ni por igual en las privadas. Pero, según el INE, los ingresos corrientes de éstas fueron 5.357 euros por alumno, de los que 4.718 procedieron directamente de las cuotas abonadas por los estudiantes. Los gastos corrientes ascendieron a 4.639 euros por alumno (“beneficio” de 718 euros, 3,6 veces superiores a los de la enseñanza no universitaria).

Financiación insuficiente de los concertados

El informe distingue la estructura económica de los centros, según su estatuto jurídico. Las Administraciones Públicas subvencionaron el 75,7% de los gastos corrientes de los centros concertados, que acogieron al 80,8% de alumnos del sector privado en el curso 2009-2010. Se confirma así que las subvenciones públicas no bastan para el mantenimiento de los centros concertados, que tienen que recurrir a otras aportaciones de las familias.

En los no concertados el porcentaje fue un 10,5%. Éstos obtuvieron unos resultados corrientes de 414 euros por alumno (12,6% menos que en el curso 2004-2005). En los centros concertados, fue sólo de 149 euros, tal vez porque registran mayores retribuciones de personal.

Tampoco se puede identificar escuela concertada y religiosa. De hecho, el 69,3% de los alumnos de los centros concertados acude a centros religiosos, un 2,7% menos que en 2004-2005. Pero las escuelas religiosas obtienen resultados corrientes por alumno inferiores a los laicos, tanto en centros con alguna aula concertada como en aquellos sin aulas subvencionadas.

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