El Papa ha enviado una carta a los obispos chilenos, movido por la recepción del informe sobre abusos a menores cometidos por sacerdotes en aquel país. La investigación, encargada por el Pontífice, respondía en especial a las denuncias de encubrimiento hechas contra un obispo.
En su visita a Chile, en enero pasado, Francisco, en respuesta improvisada a una pregunta, desestimó como calumniosas las acusaciones contra Mons. Juan Barros, actual obispo de Osorno. Algunas víctimas del sacerdote Fernando Karadima, separado del ministerio por la Iglesia, dijeron que Barros, en su día, había sido testigo de los abusos de Karadima pero no los denunció.
El Papa pide a los obispos chilenos que colaboren con él en el discernimiento de las medidas necesarias para reparar y hacer justicia
Más tarde, durante el mismo viaje, el Papa rectificó sus palabras, sin dejar de mantener que no se habían presentado pruebas contra Barros. Las víctimas manifestaron su decepción y replicaron que en su día habían aportado testimonios. De regreso a Roma, Francisco encargó una investigación especial a Mons. Charles Scicluna, arzobispo de Malta, al que acompañó el sacerdote Jordi Bertomeu Farnós, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Su informe, de 2.300 folios, incluye 64 testimonios recibidos en Chile y en Estados Unidos.
Dolor y vergüenza
En la carta a los obispos chilenos, Francisco relata, sin mencionar casos concretos, cómo los encargados de la investigación reconocieron haberse sentido “abrumados por el dolor de tantas víctimas de graves abusos de conciencia y de poder y, en particular, de los abusos sexuales cometidos por diversos consagrados de vuestro País contra menores de edad”. El Papa manifiesta su “dolor y vergüenza” por lo que reflejan los testimonios, que hablan “en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas”.
Además, el Papa reconoce honestamente los errores de valoración y percepción en los que ha incurrido respecto a los casos de Chile, y los atribuye a una “falta de información veraz y equilibrada”. Francisco pide perdón a todos aquellos a los que ofendió y asegura que espera poder hacerlo personalmente en las próximas semanas.
El Papa agradece a aquellos que se acercaron de manera honesta y valiente a dar su testimonio: obispos, sacerdotes, diáconos y laicos
Pide asimismo a los obispos que colaboren con él en el discernimiento de las medidas necesarias a corto, medio y largo plazo para reparar en lo posible el escándalo y hacer justicia. Les comunica que serán convocados a Roma para dialogar sobre estos temas en un encuentro “fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el solo objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas”.
Invita a los obispos a prepararse a través de la oración para el próximo encuentro, de manera que esto les ayude a transformar en hechos lo que juntos reflexionen. “Ahora más que nunca no podemos volver a caer en la tentación de la verborrea o de quedarnos en los ‘universales’. Estos días, miremos a Cristo. Miremos su vida y sus gestos, especialmente cuando se muestra compasivo y misericordioso con los que han errado. Amemos en la verdad, pidamos la sabiduría del corazón y dejémonos convertir”.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Santiago Silva, ha anunciado que la reunión tendrá lugar en la tercera semana de mayo.
Restablecer la confianza
Francisco da las gracias a sus dos enviados y a aquellos que se acercaron de manera honesta y valiente a dar su testimonio. El Papa agradece también a los medios de comunicación “su profesionalidad al tratar este caso, respetando el derecho de los ciudadanos a la información y la buena fama de los declarantes”.
Francisco pide perdón a todos aquellos a los que ofendió y asegura que espera poder hacerlo personalmente en las próximas semanas
A los obispos, el Pontífice les asegura su oración y les propone aceptar las dificultades como ocasión para “restablecer la confianza en la Iglesia, confianza rota por nuestros errores y pecados y para sanar unas heridas que no dejan de sangrar en el conjunto de la sociedad chilena”.
Víctimas y acusados
Sobre los abusos de menores en Chile, y en particular, las acusaciones de encubrimiento contra Mons. Barros, aporta algunas precisiones interesantes la entrevista, concedida a Aceprensa poco después de la visita del Papa, con Pilar Ramírez, coordinadora del Consejo Nacional de prevención de abusos sexuales a menores de edad y acompañamiento a víctimas, creado por la Iglesia en el país.
Ramírez señala que “las acusaciones de las víctimas [al actual obispo de Osorno] se hicieron en el contexto del proceso en contra del sacerdote Fernando Karadima, donde fueron consideradas, sin haberse planteado en un proceso específico contra el obispo Barros”. Por tanto, no hay nada probado contra él en sede judicial, pero a la vez, añade la coordinadora, “el hecho de garantizar la presunción de inocencia de una persona acusada no supone afirmar que los acusadores mienten”.
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