Los partidos políticos tradicionales pierden peso en varios países europeos, en favor de nuevas formaciones que se presentan como alternativa al “sistema” corrupto o esclerotizado. Según un análisis de Frédéric Joignot para Le Monde, estos movimientos reflejan no solo el desencanto por la vieja política, sino también un escenario nuevo, en el que el compromiso ciudadano es flexible e intermitente.
En Francia, el declive de los grandes partidos es evidente. El sociali ...
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