Los matrimonios interraciales en Estados Unidos se han duplicado desde 1980, según los datos de la Oficina del Censo. Hoy, casi el 10% de los hombres de raza negra se casan con mujeres de otra raza, y entre los asiáticos ese porcentaje se eleva al 20%.
La mezcla racial hace que las viejas clasificaciones queden superadas. Ya son 2 millones los jóvenes menores de 18 años que no se ajustan a ninguna de las categorías raciales incluidas en el censo de población: blanco, negro, nativo americano y asiático o isleño del Pacífico. Ahora el Congreso estudia la propuesta de introducir la nueva categoría de ciudadano «multirracial» para calificar los más variados mestizajes. En siete Estados, señala la revista Newsweek (5-V-97), ya se ha introducido esta modalidad, por ejemplo en los cuestionarios para entrar en una escuela pública.
A pocos importa que se añada una nueva casilla, salvo a algunas organizaciones negras, temerosas de que personas mestizas que ahora se clasifican como negros se pasen a la categoría de «multirracial», que tiene menos connotaciones. Pero una encuesta del año pasado revela que el temor es infundado: sólo entre el 1% y el 2% de la población se considera multirracial, y la mayoría de los cambios se producirían entre los que ahora se dicen asiáticos.
El fondo del problema, según The Economist (10-V-97) -que no es partidaria de que en el censo haya que especificar la raza-, es definir la condición de multirracial, y saber si esa cualidad implica algún derecho especial. En la actualidad, la persona que se inscribe en cualquier categoría que no sea la de «blanco» puede acceder a ciertas medidas de discriminación positiva en la educación y contratación.