¿Antenas parabólicas o diabólicas?

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Contrapunto

El Parlamento iraní ha proscrito las antenas parabólicas, con las que hasta ahora era posible acceder a los programas, noticiarios y películas occidentales de la televisión por satélite. La ley aprobada invoca la necesidad de «salvaguardar las fronteras culturales del país y a sus familias contra los destructivos e indecentes programas de la televisión por satélite». Esta apelación a la defensa de las fronteras culturales resulta paradójica al venir de un régimen que desde sus comienzos se ha propuesto exportar la revolución islámica. El proteccionismo cultural repite así lo que ya nos enseñó el económico: el proteccionismo es legítimo y conveniente, excepto cuando lo aplican los otros.

Además, aunque invoque motivos éticos, es muy posible que al poder iraní le preocupen más los informativos no censurados que los videoclips. Pues la inquina contra las antenas parabólicas es una manía compartida por los fundamentalistas islámicos, el gobierno chino y por todos los poderes que aspiran a manipular la información. Saldrá perdiendo la información de los iraníes. En cambio, hay menos motivos para temer que su cultura salga perjudicada: buena parte de lo que circula en la televisión por satélite no es más que lo que en Occidente calificamos de telebasura.

Juan Domínguez

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