En sintonía con otras medidas que ha adoptado en los últimos meses, el nuevo gobierno británico acaba de anunciar la puesta en marcha de Your Freedom. Según explica el Telegraph, se trata de una página web que permite a cualquier ciudadano del Reino Unido señalar las leyes que a su juicio invaden libertades y proponer que se revoquen.
Parece que el gobierno de coalición entre conservadores y liberal-demócratas se ha tomado en serio lo que David Cameron llama “un nuevo modo de hacer política”, con menos intervencionismo estatal y más iniciativa ciudadana.
Pese a sus divergencias ideológicas, Cameron y a Clegg tienen clara una idea: se acabaron los tiempos del intervencionismo rancio. Ahora es preciso dar a los ciudadanos más protagonismo en la vida cotidiana.
Este planteamiento se ha ido concretando en una serie de medidas. Primero fue el proyecto de ley para permitir que escuelas públicas se conviertan en academias independientes gestionadas por entidades no estatales (cfr. Aceprensa, 27-05-2010).
Después vino la puesta en marcha de la Childhood and Families Task Force, un grupo de trabajo que lanzará propuestas para proteger a la infancia y dotar de más poder a las familias (cfr. Aceprensa, 22-07-2010).
Y ahora nace Your Freedom, una iniciativa que permite a los ciudadanos denunciar las leyes que consideran abusivas. Su objetivo es el mismo que inspira las medidas mencionadas: devolver a los ciudadanos parte del poder que había ido acaparando el Estado en la era laborista.
“Convencidos de que son los ciudadanos, y no los legisladores, quienes saben mejor [qué leyes resultan invasoras], les estamos pidiendo que nos digan cómo quieren que restablezcamos sus libertades”, explica Clegg.
El discurso militante de Clegg se concreta en una página web habilitada por el gobierno para que la gente haga sus denuncias. Clegg pide a los ciudadanos que se centren sobre todo en tres áreas: 1) las leyes que restringen las libertades civiles; 2) las leyes que ponen trabas burocráticas a iniciativas privadas (asociaciones benéficas, negocios…); y 3) las leyes innecesarias que pueden penalizar a ciudadanos honrados.