Wolfram Alpha: la web que responde

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Hace unas semanas comentamos que estábamos pendientes del lanzamiento de un producto que podría dar una nueva visión a las búsquedas en Internet. El nombre es Wolfram Alpha, y su cometido, bastante más complejo que el de un simple buscador. De hecho, sus creadores no tenían en mente siquiera competir con Google y, salvo en la apariencia externa, el parecido es puramente anecdótico.

¿Qué es entonces Wolfram Alpha? Como dicen en su propio portal, es un motor de conocimiento computacional. Aunque no lo parezca, esta descripción es bastante elocuente, pues lo que hace este sistema es procesar nuestras consultas, analizarlas y tratar de pensar de la forma más humana posible para darnos respuestas concretas. Podría decirse vagamente que hace el trabajo de organizar los resultados que obtendríamos de una búsqueda normal para servirnos en una bandeja exactamente la información que buscábamos.

Veámoslo con un ejemplo sencillo: ¿qué nos dice Google si le preguntamos qué distancia hay de Bonn a Palma de Mallorca? Desde luego, muchos resultados, pero ninguno de los que vemos de entrada es la respuesta que andábamos buscando. Y eso -dirán muchos- que la pregunta estaba “bien clarita», ¿no es así?. Es algo frustrante.

Por el contrario, si realizamos la misma consulta en Wolfram Alpha, obtenemos algo parecido a esto:

distance | from Bonn,North Rhine-Westphalia,Germany to Palma,Balears
800.4 miles

Además, nos ofrece los resultados en varias unidades de medida, tanto terrestres como náuticas, los tiempos necesarios para el desplazamiento e incluso un mapa con un vector que indica el origen y el destino. Es decir, una respuesta concreta a lo que queríamos saber.

Podría parecer entonces que nos encontramos con una web especializada en calcular distancias entre lugares, pero no es tan simple como eso. Si buscamos algo como Sistema Solar, lo que obtenemos es una enumeración de los planetas que contiene, comparativas del tamaño entre ellos, distancias a la Tierra, al Sol, órbitas, imágenes, y otra información de valor. Observamos que esta búsqueda que hemos hecho ahora es mucho más “abierta” que la anterior, pues no hemos solicitado un dato concreto. Wolfram intenta determinar la información más relevante sobre el tema; nos puede ser útil o no, pero siempre podemos refinar más nuestra petición.

Queda claro entonces que a Wolfram Alpha se le dan bien las cifras, pero ¿qué hay de las letras? Sabe que Akhenatón, por ejemplo, nació hacia el 1380 a.C., y que hay un par de sinónimos de la palabra granular bastante raros. Pero desde luego hay cosas que se le escapan, pues no tiene ni idea de quiénes fueron los Reyes Godos, ni siquiera los Reyes de Irlanda.

Como nos temíamos todos, no habla muchas lenguas. De hecho sólo sabe inglés, que es bastante fácil de analizar sintácticamente; al menos mucho más fácil que el castellano. Así, su utilidad para los que no tienen soltura en este idioma es limitada. Por otra parte, resulta bastante decepcionante en los primeros intentos, pues su reconocimiento del lenguaje natural es a veces irritantemente ineficaz. Pero todo es cuestión de acostumbrarse. Al fin y al cabo, hacerse entender por Google es también una especie de arte.

En resumen, nos encontramos frente a una herramienta con un potencial enorme, con una sólida base en su interior, herencia directa del software Mathematica que todos los que hemos pasado por una carrera de ciencias durante los 90 hemos sufrido. Una utilidad muy interesante es su capacidad para resolver problemas matemáticos con soltura, reconociendo e interpretando nuestra escritura sin apenas errores. Si Wolfram pone cariño en su desarrollo, puede convertirse en una referencia para muchos usuarios. Pero -insistimos- esto no es Google, y no van a desbancarse uno al otro. No son competencia y pueden compartir amigablemente espacio en la barra de accesos rápidos de nuestros navegadores.

Pero, por si alguien pensaba que Google se iba a quedar mirando embobado cómo otros se comen parte de la tarta que ellos también querían, desde la dirección de la compañía ya se advirtió a los empleados que estuvieran muy atentos a este proyecto antes de que saliera. Ahora que ya está en marcha, vemos que hicieron caso, y nuevos servicios como Google Squared, un experimento de sus laboratorios para construir tablas de datos a partir de búsquedas, así lo demuestran. Eso sí, aunque admita otros idiomas, los resultados son bastante menos precisos, y al buscar el Sistema Solar, en lugar de una foto de Plutón aparece el perro naranja de Mickey Mouse.

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