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Y los LGTB se armaron

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Un reportaje de la BBC se ha acercado a la tan norteamericana cuestión del derecho a tener armas, y se ha enfocado en una arista singular: en tiempos en que, según el FBI, aumentan los “delitos de odio”, ciertos grupos minoritarios se están armando para hacer frente, por su cuenta, a eventuales ataques.

 

Los informes anuales del FBI son el punto de partida para dicha tendencia a “artillarse”. El último reporte, de noviembre de 2018, revelaba que, entre 2014 y 2017, los delitos de odio se habían incrementado un 31%. ¿Principales motivos de agresión? En primer lugar, los prejuicios raciales (56%), por los que los afroamericanos se llevan la peor parte; en segundo, los antirreligiosos (20,6%), que afectan primeramente a los judíos y después a los musulmanes, y seguidamente, los motivados por la orientación sexual, que constituyen el 15,8% de las faltas. En orden descendente continúan otras muchas causas de violencia verbal o física.

 

La percepción de seguridad pública en EE.UU. está por debajo de la que experimentan los ciudadanos de España y Reino Unido

 

La cadena británica entrevistó a varios miembros de grupos minoritarios que perciben la amenaza sobre sí. Lo sorprendente es observar cómo miembros de colectivos tradicionalmente identificados con el pacifismo y el progresismo ideológico, hacen sus prácticas de tiro con fusiles que uno esperaría ver en manos de gente con otras ideas. Los propios nombres de esas asociaciones sorprenden: Armed Equality (Igualdad Armada, un grupo LGTB), Liberal Gun Club, Socialist Rifle Association… Son clubes, señala la periodista, que han visto incrementarse su membresía en varios miles de afiliados.

No todas las minorías en igual peligro

Precisamente para conocer los móviles de la decisión de fundar o de enrolarse en un club de armas, algo que a simple vista casa muy poco con el presunto ideal de armonía, paz y amor de varios de estos colectivos, Aceprensa ha formulado algunas preguntas a Piper Smith, una joven que se declara de los LGTB y que ha creado para ellos la mencionada organización Armed Equality.

Según Smith, fue entre 2014 y 2015 que empezó a ser consciente de la “prevalencia” de “delitos de odio” y de los peligros que acechaban a las minorías. La matanza en el club nocturno Pulse, en Orlando (Florida), en junio de 2016, la convenció de que “había que hacer algo”.

¿Cómo funciona su grupo?

— Estamos basados en el sur de California. Nuestras actividades incluyen autodefensa sin armas, portar armas ocultas y preparación para la defensa del hogar. Estoy abierta a cualquier cosa que ayude a las personas buenas a formarse mejor para los peores escenarios, y al mismo tiempo tengo la esperanza de que no sea necesario usar nada de esto.

 

En EE.UU. hay más de 300 millones de armas en manos de civiles y una tasa de homicidios muy superior a la de otros países desarrollados

 

Según el informe del FBI sobre delitos de odio, los afroamericanos y los judíos son las dianas principales de los ataques. ¿Tienen ellos la misma necesidad de armarse? ¿Están los grupos LGTB en mayor peligro que los otros?

— La inmensa mayoría de los delitos de odio contra los LGTB no se reportan a las fuerzas del orden. Incluso aquellos que sí se informan a los agentes, a menudo no se les pasan al FBI. Pero para responder tu pregunta: sí, creo que todas las minorías amenazadas deben tomar medidas para incrementar su capacidad de defensa.

La “utilidad” de millones de armas

En una democracia moderna, en una sociedad desarrollada, las fuerzas del orden deben ser suficientes para proteger a la gente común. ¿Por qué cree que en EE.UU. no lo son?

— Tu primera frase es la declaración de una opinión, no una pregunta. Es un criterio que considero idealista y no realista. Las fuerzas del orden probablemente nunca serán capaces de responder a un asesino de masas lo suficientemente rápido como para detener la pérdida de vidas. El método más efectivo de proteger a individuos y a grupos es con guardianes bien entrenados y altamente profesionales.

Toma nota de que precisamente esto fue lo que hizo la policía de Nueva Zelanda tras el ataque [a las mezquitas]: ‘A todas las mezquitas en Nueva Zelanda se les ha pedido que cierren las puertas y coloquen guardias armados en ellas’. Muy poco y muy tarde.

Iniciativas como la suya, ¿no provocarán una reacción de grupos extremistas? ¿No les dan pretextos para posibles escaramuzas?

— Pienso que el número de quienes verdaderamente albergan un odio anti-LGTB como para cometer actos de violencia, está disminuyendo lenta pero continuamente, si lo miramos en la perspectiva de una década. No creo que los recientes repuntes en los delitos de odio sigan esa tendencia indefinidamente. Los datos muestran que las generaciones más jóvenes son las más inclusivas desde la de sus abuelos, y mucho más que la de sus padres, por lo que el futuro se presenta mejor.

En cuanto a lo del “pretexto para escaramuzas”, tienes que entender que todo lo que hacemos tiene carácter naturalmente defensivo. Nunca vamos buscando problemas, y evitamos los lugares inseguros.

En EE.UU. hay más de 300 millones de armas en poder de civiles, y la tasa de homicidios supera la de otros países desarrollados. ¿Por qué cree que armarse será la mejor solución para evitar ser asesinado?

— Estar bien armado y entrenado es el único método eficaz para cortar inmediatamente una amenaza mortal. La gente desarmada llama a la policía para que vengan buenas personas con armas y acaben con el peligro. Cuando un grupo o un individuo se arman, no necesitan esperar dos horas por unos agentes que se quedan fuera del edificio tratando de averiguar la mejor manera de protegerse a sí mismos, antes de eventualmente responder a la amenaza.

¿Dónde hay menos homicidios?

Según el Índice de Vida Mejor, de la OCDE, organización que agrupa a las economías más potentes del mundo, la tasa media de homicidios en ese bloque es de 3,6 por cada 100.000 habitantes.

Vistos los países individualmente, se advierte que EE.UU. supera esa cifra, con 4,9 homicidios, mientras que España está en 0,6. El mejor número en la escala es el de los británicos, con apenas 0,2 muertes provocadas.

 

Según el FBI, la mayor parte de los delitos de odio responden, en primer lugar, a prejuicios raciales, seguidos por los prejuicios antirreligiosos

 

Un examen a los datos de tenencia de armas de fuego por parte de la población puede ser un indicador –uno entre otros– que explique las tasas de homicidio respectivas: mientras en España hay 7,5 armas por cada 100 habitantes, y en Inglaterra, Gales y Escocia no superan las 6, en EE.UU. hay 120,5 de estos medios por cada 100 residentes.

Por otra parte, respecto a la percepción de seguridad, las armas no proporcionan más de esta allí donde tienen más medios de fuego. A una pregunta de Gallup sobre si se sienten tranquilos caminando solos por la calle en horas nocturnas, un 72% de los estadounidenses respondió afirmativamente. A lo que se ve, sin embargo, los británicos (77,4%) y los españoles (83,1%) caminan bastante más desentendidos de posibles amenazas.

Con ejemplos así, tan a la mano, quizás no sea demasiado “idealista” creer que las autoridades pueden cumplir perfectamente su deber de proteger y que, se sea o no miembro de una minoría, no hace falta llevarse un fusil semiautomático a casa.

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