Sudáfrica: el Tribunal Constitucional se pronunciará sobre la legalización del «matrimonio» gay

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Johannesburgo. El Tribunal Constitucional de Sudáfrica tendrá que pronunciarse sobre la legalización del «matrimonio» entre homosexuales. El gobierno ha recurrido ante el más alto tribunal una sentencia del Tribunal Supremo de Apelación que el pasado noviembre decidió que la definición de matrimonio debe ampliarse para dar cabida a las uniones entre personas del mismo sexo.

En octubre de 2002, el Tribunal Supremo de Pretoria rechazó la solicitud de una pareja de lesbianas, Marie Fourie y Cecilia Bonthuys, de que se registrara su unión. El juez expuso que según la ley del Matrimonio (1961), el matrimonio es «la unión entre un hombre y una mujer», de manera que quedan excluidas las uniones entre personas del mismo sexo.

Las mujeres recurrieron la sentencia ante el Tribunal Supremo de Apelaciones. El pasado 30 de noviembre, los jueces decidieron que debe reformarse la ley porque la Constitución prohíbe la discriminación por razón de la orientación sexual de las personas El Tribunal estableció que la unión entre Fourie y Bonthuys era susceptible de reconocimiento legal, siempre que cumpliera con el resto de requisitos de la ley del matrimonio. El Tribunal propuso que la nueva definición de matrimonio fuera «la unión entre dos personas, con exclusión de todas las demás».

Sudáfrica es uno de los pocos países que prohíben expresamente en su Constitución la discriminación por la orientación sexual. Por el afán de romper con el pasado del apartheid, el nuevo régimen ha dado pruebas de gran tolerancia hacia la comunidad homosexual, aunque la mentalidad africana, sobre todo entre los negros, es muy contraria.

La sentencia no legaliza la unión de la pareja de lesbianas, ya que la ley actual no lo permite. Modificarla corresponde al gobierno, que ya había nombrado hacía tiempo una Comisión de reforma de la ley del Matrimonio, pero que aún no había aprobado sus conclusiones. Se espera que lo haga en los próximos tres meses.

El 22 de diciembre, el gobierno, a través del Ministerio del Interior, decidió recurrir la sentencia del Tribunal Supremo de Apelaciones ante el Tribunal Constitucional. Según el gobierno sudafricano, no convendría apresurarse en reformar una ley de «naturaleza tan delicada»; además de que preferiría contar con el informe de la Comisión. Sin embargo, si el Tribunal Constitucional confirma la sentencia, el gobierno no tendrá más remedio que reformar la ley del Matrimonio, con independencia de las conclusiones de la Comisión.

La prensa sudafricana ha hablado mucho estos días del proceso judicial y de la gran diferencia que hay entre las opiniones políticas y la sensibilidad de la población hacia la unión entre personas del mismo sexo. Según un estudio del Consejo de Investigación de Ciencias Humanas de Sudáfrica, el 78% de los sudafricanos mayores de 16 años opina que las relaciones homosexuales son «siempre incorrectas».

Águeda ColomUn fenómeno marginal en el Congo

Kinshasa. El rechazo de la conducta homosexual es habitual en muchos países africanos, independientemente de su religión. En la República del Congo, por ejemplo, la cuestión de la homosexualidad ni siquiera es objeto de debate político, a causa de su imagen negativa y degradante. Es una de esas conductas que permanecen en el ámbito privado y no suelen pasar al terreno público

En la República del Congo las leyes sobre familia solamente reconocen el matrimonio monógamo entre hombre y mujer. También afirman que cada progenitor está obligado a reconocer a todos los hijos de sus amantes. La poligamia constituye una realidad social, pues no son raros los cuadros congoleños que mantienen una segunda mujer al margen del domicilio familiar. Sin embargo, cuando el año pasado un grupo de juristas intentó modificar algunos puntos de esta ley para dar entrada a la poligamia, no tuvieron éxito.

Lo mismo ocurre en el caso de la homosexualidad. De hecho, la población no reconoce una relación amorosa entre dos personas del mismo sexo, sino que la considera como una desviación. Es casi imposible ver abrazadas en la calle o en los espacios públicos a dos personas del mismo sexo. La conducta homosexual se observa sólo en lugares reservados, tipo «night club», y es un fenómeno marginal entre los congoleños.

Philémon Muamba Mumbunda

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