Robert Spaemann: testigo insobornable de la verdad

publicado
DURACIÓN LECTURA: 7min.
“Si la filosofía deja de ser la doctrina de la buena muerte, tampoco lo es de la vida buena. Entonces desaparece, deja de existir y ya no quedan más que los sofistas”. Así concluía un discurso Robert Spaemann (1927-2018), tras evocar la vida y la muerte de Sócrates. Varios años después, el pasado 10 de diciembre, el filósofo alemán culminaba una existencia lograda. Con su muerte, perdemos a uno de los pensadores más lúcidos y profundos de nuestro tiempo. Un sabio que, con su vida y su pensamiento, desafió desde joven el relativismo moderno, encarnado ejemplarmente en el epigrama de David Hume: “Nunca avanzamos un paso más allá de nosotros mismos” (“We never really advance a step beyond ourselves”).

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.