Breves notas sobre algunas películas que se estrenan el 5 de diciembre
Exodus: Dioses y reyes
Exodus: Gods and Kings
Director: Ridley Scott
Intérpretes: Christian Bale, Aaron Paul, Joel Edgerton, Sigourney Weaver, Ben Kingsley, John Turturro, María Valverde.
151 min.
Jóvenes. (VS)
Esta adaptación del segundo libro de la Biblia apabulla al espectador por la impactante puesta en escena del inglés Ridley Scott (Gladiator), resuelta con una clásica planificación colosalista, un montaje trepidante y unos efectos visuales de última generación. Pero, como en El Reino de los Cielos y en Robin Hood, al guion le falta hondura dramática, moral y religiosa. De modo que su despliegue formal casi nunca conmueve al espectador como debería.
Pesa como una losa la escasa autenticidad de los diversos encuentros de Moisés con Dios, presentado con la figura de un niño nada amoroso, más bien exigente y vengativo. Este enfoque más esotérico e inmanente que verdaderamente religioso (solo Moisés ve al niño, que podría interpretarse como su conciencia), toca fondo durante las impresionantes secuencias de las plagas, en las que Scott elimina los sucesivos avisos que Moisés fue dando al faraón, dejando a ambos como meros espectadores de la ira divina. En fin, la película adopta una idea visionaria, antirracional y muy poco encarnada de la experiencia religiosa, que se presenta con rasgos demasiado cercanos al fundamentalismo violento. Así ocurre en la abrupta transformación de Moisés de postmoderno individualista y ateo en creyente casi incondicional y líder revolucionario sin mucha relación con su pueblo. Jerónimo José Martín.
Mil noches, una boda
Party Girl
Directores: Marie Amachoukeli-Barsacq, Claire Burger, Samuel Theis.
Intérpretes: Angélique Litzenburger, Joseph Bour, Mario Theis, Samuel Theis, Séverine Litzenburger, Cynthia Litzenburger.
95 min. Adultos. (XD)
Angélique supera los sesenta años. Ha trabajado toda su vida en un cabaré y tiene cuatro hijos de padres diferentes. Un día, un antiguo cliente le pide matrimonio y Angélique piensa que ha llegado el momento de cumplir uno de los sueños de su vida. Los preparativos de la ceremonia le harán ilusionarse de una forma que no ha conocido en su ya larga existencia.
La cinta arranca con esperanza, con una presentación humana e indulgente de los personajes. A medida que avanza la historia, sin embargo, el trío de directores va dejando claro su pesimismo. No hay aquí una historia de redención –que es lo que parecía a simple vista–, no hay una apuesta por las segundas oportunidades y no hay un final feliz (aunque quizás algunos lo perciban de otro modo). Hay, en cambio, una severa consideración de que los hechos marcan de por vida y que los cuentos, cuentos son. Habrá quien agradezca ese realismo, que además cualquiera podría demostrar con estadísticas en la mano, pero el espectador común quedará aprisionado por una historia muy dura que no deja apenas oxígeno (salvo en la primera hora). Para quien busque ese cine que es fábrica de sueños, esta no es su película. Ana Sánchez de la Nieta.