Nuevos principios para la educación sexual en Gran Bretaña

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Londres.- En virtud de una revisión radical de la forma de impartir la educación sexual en las aulas, todos los alumnos de enseñanza secundaria de Inglaterra y Gales recibirán lecciones sobre moral y valores familiares. Los nuevos principios, hechos públicos el mes pasado mediante una circular del ministro británico de Educación, John Patten, forman parte de un plan más amplio, preparado por el gobierno, que se propone dirigir la enseñanza hacia la reafirmación de los valores tradicionales.

La educación sexual se quitará del programa de ciencias y pasará a impartirse como asignatura independiente. Se dará a los alumnos orientaciones morales, y no sólo los mecanismos del sexo. El Ministerio ha invitado a los directores de escuelas y a los consejos escolares a presentar observaciones a los principios expuestos en la circular, que entrarán en vigor el próximo mes de agosto.

En la presentación de la circular, Patten declaró: «Los valores morales ocupan el centro mismo de la educación. Una escuela no puede ser un lugar donde estén ausentes los valores». Añadió que la educación sexual debe comenzar en la familia y proseguir en la escuela. «Algunos sostienen que la familia está muerta o agonizando. Por el contrario, la familia sigue siendo el corazón de la sociedad, el cemento que nos mantiene unidos». La educación sexual «debe tratar de los valores que los alumnos necesitan para desarrollarse, si queremos que lleguen a ser unos adultos capaces de mantener relaciones de modo responsable y ético».

La circular establece nuevas normas de actuación para las escuelas que reciben financiación del Estado:

– La educación sexual debe animar a los jóvenes a prestar atención a las consideraciones morales y a los valores propios de la vida familiar.

– Las juntas directivas de las escuelas primarias decidirán si se da educación sexual.

– En las escuelas secundarias, todos los alumnos recibirán educación sexual, que incluirá enseñanzas sobre el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.

– La junta directiva de cada escuela tendrá que hacer una declaración escrita, para conocimiento de los padres, que explique cómo se enfocará la educación sexual.

– Los padres podrán, si lo desean, retirar a sus hijos de las clases de educación sexual.

Vuelta a la responsabilidad

Patten dijo que se dará una enseñanza moral basada en lo que definió como «un conjunto de valores fundamentales ampliamente compartidos, como: confianza en uno mismo y disciplina; respeto a la autoridad legítima; sentido de responsabilidad; altruismo y necesidad del dominio de sí; dignidad y respeto a uno mismo y a los demás; lealtad y fidelidad; capacidad de mirar al futuro, así como de disfrutar del presente y aprender del pasado».

Se ayudará a los alumnos a apreciar la estabilidad familiar, el matrimonio y el ejercicio responsable de la paternidad. «Sin embargo -añade la circular-, los profesores deberán tener presente que muchos chicos proceden de hogares que no responden a este ideal; por tanto, deberán tener cuidado para no herir inconscientemente a nadie».

El comentarista Clifford Longley elogió en el Sunday Telegraph el paso dado por el gobierno: «Parece que ahora se coincide en que las palabras clave en la educación sexual moderna son ‘responsabilidad’, ‘valores’ y ‘principios morales’. Lo que, sin duda, ha llevado a este acuerdo es el miedo al SIDA, que ha invertido la tendencia, heredada de los años sesenta, a considerar el sexo simplemente como placer. Ahora se recupera la verdad de que los actos sexuales ‘irresponsables’ pueden tener consecuencias desastrosas».

Sin embargo, Longley anotó también que tal vez falten personas competentes para enseñar este mensaje. «Muchos profesores no tienen confianza en sí mismos para dar orientaciones sobre ética sexual, porque no se consideran cualificados, moral o profesionalmente, para hacerlo. Si ellos mismos son fruto de la revolución sexual de los sesenta, se encuentran en la incómoda situación de tener que decir a sus alumnos: ‘haced como digo, no como hago (o hice)’. Muchos lo hacen sólo porque creen que son el último recurso para sus alumnos. Así no es difícil imaginar a dos profesores de educación sexual, en aulas contiguas, cada uno dando respuestas diferentes a las preguntas de los alumnos, creyendo ambos que se ajustan a los principios oficiales»

Patrick Kelly

________________________N. de la R.: La dificultad de transmitir unos criterios que no se viven personalmente la está experimentando también el propio gobierno conservador. En este mismo mes de enero John Major ha tenido que hacer cambios en su gabinete después de que algún ministro tuviera que dimitir al divulgarse sus aventuras extra-matrimoniales. Tales escándalos han dejado la impresión de que algunos gobernantes tienen, en su vida privada, una concepción muy laxa de la moralidad, aunque, en público, defiendan una versión más estricta. Esto puede deberse más a debilidad que a hipocresía. Pero indica que el retorno a «los valores familiares y morales» debe empezar por los mismos gobernantes.

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