Mañana sábado, 26 de marzo, Madrid y otras muchas ciudades de España volverán a salir a la calle para reivindicar el respeto y la protección legal de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, especialmente la de los más vulnerables. Las asociaciones convocantes quieren dar más relieve al Día Internacional de la Vida, con independencia de los colores políticos del gobierno de turno.
En Estados Unidos, cada 22 de enero miles de personas llenan las calles de Washington en una marcha festiva en defensa del no nacido. La marcha, en donde casi la mitad de la muchedumbre parece tener menos de 30 años (cfr. Aceprensa, 30-04-2010), tiene lugar precisamente en el aniversario de la sentencia Roe v. Wade (1973) que legalizó el aborto en ese país.
El mensaje de los pro vida USA es claro: recordar a la opinión pública estadounidense que la protección de la vida humana no es negociable; que no importa que los inquilinos de la Casa Blanca sean demócratas o republicanos; y que seguirán saliendo a la calle hasta que se respete y proteja legalmente en ese país la vida del no nacido.
La marcha pro vida de Washington sentó un precedente importante. Poco a poco, su ejemplo empezó a cundir en muchos países del mundo. En 2003 se institucionalizó -a propuesta de un Congreso Internacional Pro Vida que tuvo lugar en Madrid- el 25 de marzo como el Día Internacional por la Vida.
Desde 2003, los movimientos pro vida de numerosos países organizan actos públicos y marchas cada 25 de marzo. Llama la atención el vigor de los pro vida en América Latina, que resiste contra viento y marea las presiones abortistas de algunos organismos internacionales (cfr. Aceprensa, 22-04-2010).
Llamamiento a la sociedad
En sintonía con este movimiento global a favor de la vida, 49 asociaciones han convocado para el sábado 26 de marzo una manifestación en Madrid (a las 12 de la mañana, de Cibeles a Sol) y movilizaciones en toda España. Los detalles de las diversas concentraciones aparecen en la web http://sialavida25m.org/
Bajo el lema “Sí a la vida”, todos los convocantes y las más de 200 entidades adheridas harán “un llamamiento a la sociedad para que se avive la conciencia del valor de toda vida humana y se exija su respeto y protección legal, desde la concepción hasta la muerte natural”.
Cabe destacar dos ideas-fuerzas del manifiesto: en primer lugar, la defensa del “don de la vida, como un derecho natural, primordial e innegociable de todo ser humano”, lo que incluye “la abolición de toda legislación permisiva del aborto y el rechazo a todas las iniciativas que facilitan la eutanasia y la manipulación de los embriones humanos, así como la exclusión, en nuestra sociedad, de cualquier forma de condescendencia con el terrorismo y el maltrato”.
En segundo término, sacar el respeto y la protección de la vida de la confrontación ideológica. De ahí se derivan reivindicaciones positivas como las ayudas a las mujeres embarazadas, las políticas favorables a la natalidad, el desarrollo de los cuidados paliativos, el respeto al derecho a la objeción de conciencia de los profesionales de la salud, etc.