Hace unos años cualquier joven saudita encontraba fácilmente empleo en un Ministerio o una gran empresa estatal. Allí trabajaba poco y cobraba mucho. La recesión económica de los últimos años y el consiguiente recorte del gasto público han provocado el aumento del paro en ese sector. Ahora han de buscar trabajo en empresas privadas, pero pocos están capacitados.
En este país lo corriente es que la Universidad prepare a sus alumnos para trabajar en el sector público. Y, además, lo normal hasta hace unos años ha sido encontrar fácilmente trabajo bien remunerado en ese sector. Pero la situación -tal como lo cuenta el Washington Post- ha cambiado: el año pasado solamente un tercio de los graduados universitarios encontró empleo en el sector estatal, pues el descenso de los ingresos del petróleo viene imponiendo recortes del gasto público.
Así, ocurre que muchos jóvenes y empleados nativos, malacostumbrados a la abundacia de empleos y de dinero público de años atrás, carecen de preparación para competir en el sector privado.
Y de ahí el actual esfuerzo estatal para cambiar las costumbres de los trabajadores. Concretamente, la Cámara de Comercio ha inaugurado un programa para instruir a los jóvenes sauditas en las reglas básicas de trabajo del sector privado: desde el uso de ordenadores hasta la manera de responder al teléfono o de realizar una entrevista. El diseño y ejecución del programa corre a cargo de asesores británicos. En su opinión, que se hayan recibido 700 solicitudes para 75 plazas, y datos semejantes de otros negocios privados, confirman que el estereotipo de joven saudita que sólo acepta trabajar en el sector público está desvaneciéndose.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo lleva varios años intentando que las compañías privadas -muchas de capital extranjero- contraten más personal saudita. Su objetivo es que hasta el 70% de los empleados de empresas del sector de servicios, como la banca, sean nativos. De momento el proceso de «nacionalización» del empleo se ha impuesto entre los altos ejecutivos. Sin embargo, en puestos de trabajo con retribuciones medias o inferiores, los extranjeros -que constituyen el 27% de la población- siguen siendo mayoría.