El Tribunal Supremo de California ha desestimado dos demandas contra los Boy Scouts de América que hacían referencia a dos peticiones de ingreso rechazadas por la organización. El tribunal considera que los Boy Scouts, al ser una organización privada, pueden imponer las normas que deseen para quien solicite ingresar en sus filas.
Las dos demandas fueron recogidas en un único sumario. La primera se refiere a un joven que solicitó la entrada en la organización en 1981 y que no fue admitido al reconocer su condición homosexual. La segunda afectaba a dos gemelos cuya candidatura se rechazó porque no eran creyentes. Ahora, el tribunal ha rechazado ambas demandas al estimar que los Boy Scouts tienen pleno derecho a negar la entrada a homosexuales, ateos o agnósticos, sin que esto pueda considerarse discriminatorio, ya que se trata de una organización privada que puede establecer sus propios requisitos de ingreso. Hace cinco años un tribunal federal de Chicago dictó una sentencia similar dando la razón a los Boy Scouts (