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Las universidades tienen cada vez más alumnos adultos

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En algunos países europeos y, especialmente, en Estados Unidos y Canadá, hay cada vez más personas adultas que estudian en la universidad para mejorar su carrera profesional o por otros motivos.

En Francia hay 400.000 adultos estudiando en la universidad, es decir, un 20% del total de alumnos, según datos del Ministerio de Educación francés que recoge Le Monde de l’Éducation (septiembre 1997). Y en Estados Unidos los mayores de 24 años son ya el 45% del alumnado.

Un nuevo libro del sociólogo francés Laurence Fond-Harmant (1) explica que, en Francia, la mayoría de los adultos que van a la universidad ya estudiaron antes en ella. Pero también hay gente sin carrera universitaria que trata de rehacer su vida profesional y personas paradas en busca de empleo.

Entre las motivaciones, Fond-Harmant dice que el 60% de los adultos que entran en la universidad, lo hacen por estrategia profesional: quieren especializarse o progresar dentro de su carrera, sin cambios bruscos. Entre éstos abundan los empleados con trabajos técnicos y científicos. En cambio, en un 40% de los casos el ingreso o el retorno a la universidad es un intento de comenzar una nueva etapa ante circunstancias tan variadas como la muerte del cónyuge, una ruptura familiar, un cambio ideológico o la conciencia de que, con los años, se acerca un nuevo ciclo de la vida. Estos alumnos siguen sobre todo cursos de ciencias sociales o humanas, de medicina, etc. La mayoría financia personalmente sus estudios y tiene que organizar un nuevo horario de trabajo, para lo que los funcionarios suelen tener más facilidades que los empleados de empresas privadas. Algunos cambian de empresa para hacer compatibles los horarios.

Una experiencia sólo con alumnos adultos es la Universidad de Phoenix, en Estados Unidos. Sin facultades y sin bibliotecas, imparte sus clases a distancia, por vía informática. Tiene 40.000 alumnos y sólo admite personas de al menos 23 años y con empleo. El 75% de sus alumnos reciben de las empresas una parte o el total de los 6.500 dólares anuales que cuesta la matrícula, más cara que en las universidades públicas, pero más barata que en las privadas.

A pesar de su orientación empresarial, la Universidad de Phoenix no forma parte de los 1.200 institutos de estudios superiores creados por empresas (corporate universities) estadounidenses. Ninguno de ellos está acreditado para conceder títulos, mientras que los de la Universidad de Phoenix tienen reconocimiento oficial.

_________________________(1) Laurence Fond-Harmant. Des adultes à l’université. L’Harmattan. Col. «Logiques sociales».

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