·

La Selva Negra no mengua, crece como nunca

publicado
DURACIÓN LECTURA: 2min.

Los pronósticos que, a comienzos de la década pasada, auguraban el fin de la Selva Negra alemana han resultado afortunadamente fallidos. El gran bosque alemán -de 400.000 hectáreas- parece estar en su mejor momento, según Heinrich Spiecker, director del Instituto para el Crecimiento Forestal de la Universidad de Friburgo.

Desde que, hace cien años, se comenzó a tomar datos sobre la salud de los bosques, nunca como ahora ha sido tan alta la densidad de la selva alemana, afirma Spiecker en International Herald Tribune (15-VII-96). Además, como en muchos otros bosques europeos, la Selva Negra está experimentando el más rápido crecimiento de su historia. Similares conclusiones se desprenden de un nuevo estudio del Instituto Forestal Europeo, en Finlandia. Según este informe, en las regiones sureñas de los países nórdicos, en casi toda Europa central y en algunas partes del sur de Europa los bosques muestran una tendencia de crecimiento continuo.

A comienzos de los años ochenta, miles de coníferas de la Selva Negra estaban enfermas, con colores amarillentos y una considerable pérdida de agujas. Varios investigadores adujeron como causas la reducción de la capa de ozono y la lluvia ácida. Spiecker opina que se debe más bien al clima. Y recuerda que de 1950 a 1970 el clima fue más frío y húmedo -condiciones óptimas para el crecimiento de las coníferas, que predominan en la Selva-, mientras que desde finales de los años setenta, el tiempo se tornó más caliente y seco.

La alarma que despertó entonces el declive de este bosque ha resultado exagerada, pero sirvió para invertir más esfuerzo y dinero. De 1984 a 1994, el gobierno alemán y los Länder han gastado 376 millones de dólares en un plan de saneamiento de las áreas dañadas. Probablemente los abonos más ricos en nitrógeno hayan servido para que las mismas zonas tengan hoy entre un 20% y un 30% más de madera que hace unas décadas.

Algunos ecologistas han templado el optimismo respecto a la Selva. Dicen que como todo ecosistema cambia continuamente, todavía es una incógnita si el aumento de densidad será beneficioso a largo plazo, pues no se han aclarado aún todas las causas de las alteraciones. Por otra parte, a pesar de la mejor salud del bosque, un informe del gobierno alemán señalaba el año pasado que el 22% de los árboles del país estaban enfermos, con una pérdida de la cuarta parte de sus hojas.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.