En 1991, Phyllis Fleury, médica jubilada, fue la primera mujer ordenada sacerdotisa en la Iglesia anglicana de Irlanda. Pero su ministerio no ha durado mucho: cuatro años después, en octubre de 1995, decidió ingresar en la Iglesia católica.
La Iglesia anglicana de Irlanda permitió la ordenación de mujeres dos años antes que la Iglesia de Inglaterra. En Irlanda, donde la gran mayoría de la población es católica, la Iglesia anglicana ocupa el segundo lugar en número de fieles, aunque en algunas regiones la Iglesia presbiteriana la supera.
En una entrevista publicada en el diario ABC (Madrid, 26-I-96), Phyllis Fleury afirma que la idea de convertirse al catolicismo rondaba por su cabeza desde hacía varios años. En su decisión ha sido muy importante la influencia de un padre franciscano.
Sobre los motivos principales de su conversión, Fleury explica que siempre había pensado que la Iglesia católica es la verdadera y que, en el fondo, los anglicanos formaban parte de ella. «Estábamos separados desde hacía bastante tiempo, pero no de un modo radical. Yo no creía que la división respondiera a razones verdaderamente irreconciliables». Finalmente, el trato cálido que le dispensó un franciscano de un convento próximo le ayudó a dar el paso definitivo.
Aunque su condición de sacerdotisa supuso para Fleury un serio problema, la reacción de la Iglesia anglicana ha sido cordial: «Mi obispo me envió una carta muy amable y creo que entiende mi decisión. En cualquier caso, la realidad ahora es que nuestros caminos se han separado».
Phyllis Fleury desciende de los hugonotes que fueron a Irlanda desde Francia en 1683, con lo que la tradición familiar también pesó sobre ella como un fuerte obstáculo. Aunque su hermano se convirtió al catolicismo después de casarse con una católica, el resto de su familia pertenece a la Iglesia anglicana. Sin embargo, afirma Fleury, «han sido muy cariñosos conmigo y me han dado todo su apoyo».
Sería interesante saber qué piensa ahora Phyllis Fleury sobre el sacerdocio femenino. Pero, aunque el entrevistador se lo preguntó, ella no quiso responder: «Es un tema tan delicado que prefiero no molestar a nadie en estos momentos con mi opinión».