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Italia: el «boom» de los libros baratos estimula el mercado editorial

publicado
DURACIÓN LECTURA: 1min.

La edición de libros económicos en Italia ha perdido el aspecto marginal que caracterizó su etapa anterior, para convertirse en un caso editorial de amplias repercusiones. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 1994 se publicaron 2.669 títulos de esta categoría, con una tirada conjunta de casi 73 millones de ejemplares, lo que supone en torno al 25% del volumen global de la producción editorial italiana.

En el rango de «económicos» entran todos los libros que tienen un precio de venta al público inferior a las 5.000 liras (un periódico cuesta 1.500 liras): una categoría, por tanto, más restringida que la del libro de bolsillo, cuyo precio puede llegar a las 15.000 liras.

El relanzamiento en Italia de este tipo de publicaciones es un fenómeno de los últimos cinco años. Entre 1990 y 1994, las ediciones económicas han registrado un crecimiento de ventas del 36% ciento respecto al quinquenio precedente, mientras que la producción editorial en su conjunto creció sólo el 5,8% en ese mismo periodo.

En esta revalorización comercial del libro económico jugó un papel destacado la iniciativa de una pequeña editorial que lanzó una colección de libros a 1.000 liras (ver servicio 31/93). Aunque se asemejan más bien a folletos (tamaño octavilla, de confección artesanal, con papel ecológico) y tienen un corte underground, el éxito de la idea animó a otras editoriales a publicar sus propias colecciones de «cien páginas, mil liras». Los temas van desde la historia de los etruscos hasta las dietas, y la presentación incluye portada de cartulina a todo color.

Durante 1995, la oferta de libros económicos ha seguido creciendo en variedad y calidad. La editorial Mondadori, por ejemplo, lanzó recientemente la colección «Mitos», al precio de 5.900 liras el ejemplar, en la que ha publicado, entre otros, Cruzando el umbral de la esperanza, de Juan Pablo II. Se trata de ediciones únicas, de 200.000 ejemplares, sin que esté prevista la reimpresión. Sobre si este tipo de ediciones consigue nuevos lectores, muchos expertos lo dudan. «Quien no lee, no leerá ni libros de cien liras», afirma el responsable de la colección «Mitos». «Pero hemos conseguido llegar a un público muy amplio a través de los kioscos y los grandes almacenes de zonas con pocas librerías».

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