Enterrado el cardenal Frédéric Etsou, artífice de la paz en la R.D. Congo

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Kinshasa. El 15 de enero recibió cristiana sepultura el arzobispo de Kinshasa, cardenal Frédéric Etsou Nzabi Bamungwabi, de 76 años, que quedará en la memoria como un gran artífice de la paz en la R.D. del Congo. Las autoridades políticas y representantes de todas las confesiones religiosas asistieron a la ceremonia, en un día que fue declarado no laborable.

Nacido en 1930 en Mazalanga, provincia del Ecuador, hizo sus estudios primero en el seminario menor de Bolongo, y después en el seminario mayor de Kabwe y en el noviciado de la Congregación del Inmaculado Corazón de María en Katoga. Hizo sus primeros votos en la Congregación en 1955 y fue ordenado sacerdote en 1958. Después de desempeñar diversos encargos pastorales, fue nombrado arzobispo coadjutor de Mbandaka-Bikoro en 1976. Tras ser vicepresidente de la Conferencia Episcopal de 1979 a 1984, Juan Pablo II le nombró arzobispo de Kinshasa en 1990 y cardenal en 1991. Fue presidente de la Conferencia Episcopal de 2000 a 2004. Su salud se deterioró a lo largo de 2005, y el 6 de enero de 2007 falleció en la clínica universitaria de Leuwen (Bélgica).

Nombrado arzobispo de Kinshasa y cardenal durante la primera transición del presidente Mobutu, su tarea no fue fácil. Durante siete años, no cesó de hacer llamamientos a la paz por el bien del país.

La transición de Mobutu fue también un período marcado por el cierre de las Universidades y de las escuelas por falta de dinero para pagar a los profesores de todos los niveles. Como los universitarios eran la punta de lanza de la lucha contra el dictador, las universidades estaban cerradas permanentemente por desórdenes orquestados por el poder. Para afrontar esta situación y conseguir que los estudiantes pudieran volver a recibir clases, el cardenal Etsou lanzó la iniciativa «Escuela en pie», con una asociación entre padres de alumnos y estudiantes para pagar a los profesores. Este sistema, que ha continuado hasta la actualidad, ha permitido que el sector educativo funcione.

Con la llegada al poder de Laurent-Desiré Kabila, y el estallido de la rebelión de 1998, el país quedó divido en dos o tres partes, sin que los políticos propusieran ninguna salida. En ese momento el cardenal Etsou y la Conferencia Episcopal lanzaron la campaña «Salvemos el Congo», que invitaba a todos los hombres de buena voluntad a llegar a un acuerdo de paz.

Durante el Diálogo Intercongolés, que buscó un acuerdo de paz y una salida política para el país, el cardenal Etsou fue un punto de referencia, cuyos mensajes a los políticos buscaban solo la paz y la unión.

Su amor por la verdad le llevó a veces a ir a contracorriente de los puntos de vista de la mayoría de los responsables políticos del país. Así, en noviembre del año pasado, al conocerse los resultados de las elecciones presidenciales que dieron el poder a Joseph Kabila, mostró su desconfianza sobre los resultados. Fue su última declaración, para unos pastoral, para otros política.

Pero en el momento de su muerte todos los políticos, sin distinción, fueron a rendirle homenaje.

Philémon Muamba Mumbunda

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