Empresas flexibles, empleados comprometidos

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Soluciones para conciliar familia y trabajo
No siempre son aumentos de salario lo que piden los empleados a sus empresas. Para muchos es más importante que les faciliten compaginar el trabajo con la atención a la familia. Algunas empresas han prestado oídos a esta demanda y aplican una nueva forma de retribuir al empleado, más eficaz que las «stock options»: la flexibilidad laboral. Descubren que, cuando la jornada del trabajador deja de ser una agotadora carrera de obstáculos, la eficacia sale ganando. Así lo muestra el estudio IFREI (IESE Family Responsible Employer Index), realizado por el IESE Business School, de la Universidad de Navarra.

Este es el segundo año que se lleva a cabo el estudio IFREI, que analiza y evalúa las políticas de las empresas con respecto a la conciliación de trabajo y familia. Directores de Recursos Humanos de más de 150 empresas han contestado un exhaustivo cuestionario preparado por los profesores del IESE Nuria Chinchilla y Steven Poelmans. Todas tienen más de 100 empleados y operan en España; en buena parte son multinacionales.

Las empresas deben tomar medidas si quieren atraer y retener talento, así como mejorar sus resultados. Las mismas empresas reconocen que se encuentran con problemas causados por los conflictos entre trabajo y familia: exceso de rotación de personal (19% de las empresas encuestadas), dificultades para trasladar empleados a otras ciudades (10%) o para contratar empleados clave (17%), empleados que se niegan a viajar (7%), absentismo (21%), estrés (14%).

Dar facilidades

Tan sólo el 7% de las empresas españolas con más de 100 empleados tienen implantado algún programa de políticas familiarmente responsables. Pero si se añaden las que tienen planes incipientes o en estudio, la proporción se eleva al 19%. La mayor parte de ellas pertenecen al sector servicios. Las políticas que aplican se pueden clasificar en cuatro categorías.

Flexibilidad. La flexibilidad en el tiempo permite ausentarse del trabajo por necesidades familiares. Las fórmulas más comunes son ausencia por emergencia familiar (disponible en el 81,3% de las empresas con políticas familiarmente responsables), flexibilidad en días de permiso (67,3%), tiempo libre para formación (55,3%), excedencia para cuidar hijos pequeños (54%), excedencia para cuidar de enfermos o discapacitados (47%). En cambio, son mucho menos frecuentes la jornada reducida (18%), el horario flexible (17,4%) y el trabajo a tiempo parcial (9,4%). Además, el 58,7% de las empresas garantizan el puesto de trabajo a todos los empleados después de un permiso largo, y un 30,7% tienen planes de sustitución de empleados con permiso, para evitar que las ausencias perjudiquen a los colegas. También hay empresas que intentan crear flexibilidad en lo que se refiere al lugar de trabajo, con soluciones como conexión a Internet en casa (el 26,7% lo ofrece a todos sus empleados), videoconferencia (24%) o trabajo desde casa (4%).

Beneficios sociales. Bastante difundidos, son seguros u otras ayudas materiales para sacar adelante la familia. Por ejemplo, seguro de vida (el 54,7% de las empresas lo ofrece a todos los empleados), plan de jubilación (30%), vales para restaurante (26,7%), seguro médico para el cónyuge (18,7%) o los hijos (20%).

Apoyo profesional. Consisten en dar asesoramiento y formación al empleado para que pueda adaptar el trabajo a las necesidades familiares y para prestarle formación específica. Algunos ejemplos: asesoramiento legal (21,3%), financiero (14%), psicológico (8,7%) o de carrera en el que se tiene en cuenta explícitamente la situación familiar (22,7%).

Servicios. Aunque muy importantes también, son menos frecuentes. Tienen como objetivo reducir la carga extralaboral del empleado y permitirle ahorrar tiempo. Así, el 31,3% de las empresas tienen restaurante en el propio centro de trabajo, y el 28,7% disponen de aparcamiento para los empleados. Ninguna empresa ofrece guardería en sus instalaciones, pero algunas facilitan información sobre guarderías (13,3%) o ayuda económica para pagar canguros (4,7%).

Premio a la empresa flexible

El estudio IFREI ha proporcionado datos para seleccionar a las finalistas del I Premio a la Empresa Flexible, concedido en la sede del IESE en Madrid el pasado 10 de julio. La ganadora es la operadora de telefonía móvil Vodafone España, antigua Airtel.

Vodafone destaca por medidas como la ampliación del permiso de maternidad a 18 semanas (dos más que las estipuladas por ley) y del permiso por cuidado de familiares enfermos hasta segundo grado de consanguinidad. Además, concede la excedencia por cuidado de hijos también en los casos de acogimiento (niños al cargo de instituciones públicas o con vistas a la adopción), y excedencias de hasta cuatro años por cuidado de hijos, periodo en el que Vodafone sigue pagando las cotizaciones a la Seguridad Social y garantiza la reincorporación al puesto de trabajo.

El año pasado se beneficiaron de estas medidas más de 1.100 personas y nacieron en total 200 niños, uno por cada 18,5 empleados. En la actualidad reciben ayudas para guarderías 760 empleados, y una de cada 17 mujeres que trabaja en Vodafone ha disfrutado de la ampliación del tiempo libre para lactancia: dos horas diarias durante doce meses, en vez de una hora diaria durante nueve meses como dice la ley. Además, las futuras madres pueden adelantar el permiso quince días antes del parto si lo consideran necesario.

Muchas empresas se percatan de que estas políticas no suponen «un coste más». El IFREI confirma la tesis de un estudio norteamericano publicado recientemente en el Academy of Management Journal: existe una fuerte relación entre la presencia de una cultura familiarmente responsable y la eficiencia de la empresa. Se ha comprobado que estas medidas tienen influencia positiva en la calidad del producto, la innovación, la capacidad de atraer y retener empleados esenciales para la empresa, la satisfacción de clientes y personal, y finalmente el crecimiento en ventas, beneficios y cuota de mercado. Además, estas políticas pueden crear una relación entre empresa y empleados que va más allá de un contrato estrictamente económico: trabajo por sueldo. Hoy en día, en una economía de servicios y en una sociedad del conocimiento, es necesario que la relación sea de confianza y respeto, para tener una plantilla comprometida con la empresa.

Consuelo LeónTrabajo y familia pueden llevarse bien¿Quedarse en casa con los niños o trabajar fuera? ¿Cómo dedicar tiempo a la familia, con jornadas laborales tan exigentes? ¿Es posible hacer carrera sin descuidar las obligaciones familiares? Muchas personas de todo el mundo han despejado estas incógnitas gracias a las enseñanzas del beato Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Así lo cuentan en un CD-ROM (1) publicado por el IESE Business School.

Según Nuria Chinchilla -profesora del IESE que ha seleccionado los testimonios-, «cada vez parece más necesario aportar nuevas vías de solución ante la creciente dificultad de armonizar trabajo y vida familiar. Sin embargo, si nos remontamos varias décadas atrás comprobamos cómo el fundador del Opus Dei ya se había adelantado a estas tensiones». Este CD-ROM contiene 70 testimonios de personas de todo el mundo; textos y fragmentos de filmaciones que recogen la predicación de Josemaría Escrivá, y documentación sobre el equilibrio entre familia y profesión. Ofrecemos algunos fragmentos de los testimonios.

Un segundo trabajo, de marido y padreKirby W. Smith. Empresario. Estados Unidos.

Cumplir con mis deberes como padre y profesional en el mundo ha resultado más fácil después de entender el significado de hacer bien el trabajo por amor a Dios. En vez de establecer un «equilibrio» entre trabajo y familia, en realidad debemos sobresalir en los dos terrenos. Lo que hacemos como padres es tan solo otro tipo de trabajo. Mis colegas se ríen cuando oyen salir café de la cafetera a las 3.30 de la tarde. Comprenden que ahora mi segundo trabajo, el de marido y padre, está a punto de empezar, y que a veces necesito ese pequeño suplemento de café para estar «al cien por cien» cuando a diario cruzo el umbral de mi casa.

No podemos sobresalir en nuestro trabajo como padres si no llegamos puntuales a casa. Mientras desempeñamos nuestras responsabilidades profesionales, debemos trabajar a un ritmo rápido y constante para poder marcharnos puntualmente todos los días. Una buena agenda, establecer prioridades y una propensión a la acción son útiles. En estos últimos años, cuando mi profesión me ha exigido más tiempo y una jornada de cuarenta horas no ha sido suficiente, he aprendido a «acariciar» mi día, presentándome en el despacho justo después de la misa de las 6.15. Y si aun así, en determinados días eso no es suficiente, prefiero saltarme la comida o comer alguna pequeña cosa en mi escritorio que perderme esa hora sagrada de la cena a las 6 en casa. Con la práctica, con esa hora como límite, creo que me he convertido en mejor profesional usando bien mi tiempo en el despacho, sin malgastarlo.

¿Quedarse en casa con los niños o volver al trabajo?Mary Limbers. Orientadora familiar. Australia.

Tras realizar varios cursos en el Instituto de Ciencias para la Familia, de la Universidad de Navarra -una iniciativa inspirada en las enseñanzas del beato Josemaría Escrivá- y obtener un diploma en Family Studies, llevo varios años participando en Family Education Australia (FEA). Esta asociación ayuda a los padres a reconocer la importancia de los valores familiares y organiza cursos para aplicar estas ideas en la vida diaria.

Esta participación en FEA me ha ayudado a poder enjuiciar las preguntas más comunes de las mujeres australianas de hoy: ¿debería quedarme en casa con los niños o volver al trabajo?; ¿por qué salgo a trabajar?; ¿es ésta una libre elección o me siento presionada por razones económicas?; ¿tengo necesidades económicas reales o es que he sucumbido a la mentalidad materialista creándome falsas necesidades?

Tengo un título universitario de Bachelor of Commerce y trabajé previamente como consultora de una compañía de software contable. Cuando me tocó decidir sobre estas cuestiones, me pareció indispensable conocer bien las alternativas y sus consecuencias antes de hacerlo. Me preguntaba si el hecho de ser «sólo» madre de familia era desperdiciar mis conocimientos y mis aptitudes para contribuir al sustento familiar.

Gracias a las enseñanzas del beato Josemaría sabía que cualquier trabajo honesto, hecho por amor a Dios, es valioso, y por tanto, que ser «sólo» madre de familia sería verdaderamente una ocupación importante. Por supuesto es mucho más que eso: es una vocación de Dios.

Las enseñanzas del beato Josemaría redujeron todas mis preguntas a prácticamente una: ¿cuál es la voluntad de Dios para mí? No es ésta una pregunta fácil, pero quita énfasis al «¿qué me apetece hacer?» y da mayor objetividad, permitiendo enfocar las preguntas anteriores desde el punto de vista del «bien familiar» y no del «bien personal». Aquí, nuevamente, las enseñanzas del beato recuerdan que «es mejor servir que ser servida».

Para mí, madre de nueve hijos, y creo que para la mayoría de las madres, no hay una respuesta única. Las circunstancias de nuestras familias cambian a menudo; lo que es apropiado en un momento deja de serlo unos meses después. Por esta razón, creo que si una decide trabajar también fuera del hogar, siempre que sea posible debiera procurar una situación flexible. Yo he tenido la suerte de haber podido pasar de ser una madre full time realizando todos los quehaceres del hogar, a una situación de trabajo remunerado y luego, de vuelta al hogar por necesidades familiares.

La cuestión económica tiene un importante impacto en las familias y, por tanto, en la sociedad. Las mujeres que se sienten urgidas a proveer más bienes a la familia transmiten a veces a sus hijos el concepto de que las posesiones son más importantes que las personas. Con todo, es cierto que bastantes mujeres están verdaderamente obligadas a trabajar para proveer a las necesidades básicas de su familia, aunque reconocen que sería mejor para sus hijos si se quedaran cuidando de su hogar.

Este problema debe ser estudiado urgentemente por los gobiernos. Una solución sería fijar un sistema fiscal más justo respecto a la familia permitiendo la partición del salario único. Soy miembro de Australian Family Association y ésta es una de las reformas económicas que estamos solicitando del gobierno. Porque por el hecho de que el trabajo de las amas de casa no se incluya en los cálculos del producto interior bruto no significa que la sociedad no se beneficie enormemente del trabajo no cuantificado de las madres en su hogar.

Principio de subsidiariedadAna María Navarro. Profesora universitaria, jubilada. España.

En casa hay múltiples tareas, que además cambian constantemente. Creo que es inoperante hacer una programación a largo plazo, es difícil preverla a medio plazo y es bastante improbable que se cumpla a corto plazo, sobre todo cuando los hijos son pequeños. De ahí que sea medida de prudencia, como nos aconsejaba el beato Josemaría, vivir al día y no hacer planes para periodos más largos, pues de nada sirve querer tenerlo todo bajo control.

Por propia experiencia, he llegado a señalar tres planos. El primer nivel, que engloba las tareas materiales (como limpiar, cocinar, ir de compras o acudir al médico, por ejemplo). Después está el segundo nivel, al que hemos dado el apelativo de «convivencia» (compartir las tareas comunes, reunirse para celebrar las fiestas, tener tertulias…). En la cima, aparece la función directiva o de organización. Si hay coherencia entre los tres planos, podremos hablar de un clima conciliador, y en el caso de la mujer de doble empleo, de una cultura acogedora y pacífica, que ha sido en gran parte creada por ella.

El hecho de trabajar fuera de casa, si la mujer se organiza bien, no sólo no es inconveniente sino que puede llegar a ser beneficioso. En el campo de las ausencias, incluyo no sólo el tiempo dedicado al trabajo profesional, sino también el tiempo que se rescata de una dedicación que otros podrían hacer por ella. Rescatar ese tiempo es un trabajo añadido a los que ya tiene la mujer en primera línea. Consiste en prever en la medida de lo posible unas inversiones en aparatos que, con la debida relación entre calidad y precio, ayuden a realizar las labores materiales de un modo más económico y eficaz. Incluye también la previsión de una ayuda doméstica adecuada, cuya cualificación es a veces otra tarea añadida, pero que interesa realizar por razones humanas y sobrenaturales. Por último, es interesante pensar en la ayuda de los miembros de la familia, marido e hijos, en la medida de sus correspondientes posibilidades y disponibilidades. En todos los casos, el criterio para el ama de casa y directora de su hogar, se ampara en el principio de subsidiariedad: lo que puedan hacer otros no tengo por qué hacerlo yo.

En definitiva, no se trata de llegar a todo, sino de elegir -por amor- aquellas tareas que tienen más sentido respecto a Dios y cara al servicio a los demás. Así resulta que la selección que se hace -unas cosas más que otras, unas cosas sí y otras no- permite unir el sentido común y el sentido sobrenatural.

Cuando los hijos son mayoresToshiko Hiroshima. Japón.

Con mis tres hijos ya mayores, mi trabajo en casa disminuyó. Fue entonces cuando empecé a pensar a qué trabajo me podría dedicar. Finalmente, me decidí por el cuidado de ancianos, ya que había estado cuidando a mi suegro enfermo durante varios años. Entonces, en mi inocencia, se me ocurrió pensar que para este trabajo bastaría tener buena salud y paciencia.

Después de unos meses, me encargaron del cuidado de cuatro ancianos y fue entonces cuando me di cuenta de la realidad: me encontré con muchas dificultades y tuve que dedicarme al estudio, para poder responder a las muchas enfermedades -físicas y mentales- de estas personas. Comprendí además, que para poder hacerlo bien, hacía falta tener verdadero deseo de servir y que había que poner mucho cariño en todo.

Durante seis años he atendido a un gran número de personas de las cuales he aprendido muchísimo. Algunas, aunque estén atendidas materialmente, sufren soledad y agradecen cualquier atención que se les preste, especialmente escucharles. Me doy cuenta de que siempre está a mi lado el beato Josemaría, ayudándome a realizar este trabajo.

_______________________________(1) Familia y profesión. Un desafío cotidiano / Family and Profession. A Daily Challenge. El CD-ROM fue presentado en el Congreso Internacional «La grandeza de la vida ordinaria» (8-11 de enero de 2002), en el panel «Familia y Profesión: un desafío cotidiano». Se puede adquirir en IESE Publishing (Belén Sáez, bsaez@iese.edu, +34 93 253 64 20) y en las librerías de la cadena Troa. Precio: 34,80 €.

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