Embriones: una tendencia inquietante

publicado
DURACIÓN LECTURA: 1min.

Jean Michaud, vicepresidente del Comité nacional de ética francés, critica en Le Figaro (París, 28-X-94), un informe de científicos norteamericanos, encargado por el presidente Clinton, que admite la creación in vitro de embriones humanos sólo con fines de experimentación (cfr. servicio 139/94).

Hasta ahora la técnica de la FIVET, u otras técnicas análogas, tendía a remediar una insuficiencia natural, a fin de que algunas parejas pudieran también procrear. Esto sigue siendo rechazado por algunas corrientes de pensamiento, pero se admite mejor cuando se trata de remediar un sufrimiento.

El paso que se corre el riesgo de dar ahora es considerable. Se va a crear un embrión sin más objetivo que el de experimentar con él. Poco importa, dirán quizá los que consideran este embrión sólo como un simple grupo de células. No por eso deja de ser cierto que este grupo de células, confiado a manos estrictamente médicas, estaría destinado a experimentar una evolución tendente a la realización de una persona en el sentido pleno del término.

Pero, para muchos otros, se trata ya de una persona, o al menos de una persona humana en potencia. ¿No es una desviación importante convertirlo en material de experimentación? ¿No hay que temer que otros equipos, tentados por el éxito, se dediquen a experimentar con el embrión «in utero», luego con el feto, a partir de protocolos que programarían embarazos experimentales? Y así podríamos seguir…

Es hora de recordar el dictamen del Comité consultivo nacional de ética de 15-XII-86: «No se deben realizar fecundaciones con fines de investigación, ni tan siquiera con el consentimiento de los padres. Llevarían a hacer de los embriones humanos simples medios o puros objetos, con desprecio de la dignidad humana, que debe prevalecer sobre la utilidad de la investigación científica».

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.