Poco a poco, la tetralogía Dos amigas, por su calidad o por el morbo de una inteligente campaña de marketing, ha puesto el nombre de Elena Ferrante, o, mejor dicho, su pseudónimo, en las listas de libros más vendidos de muchos países europeos. Hay quien la compara con Elsa Morante (1912-1985), la primera esposa de Alberto Moravia, maestra en tejer la historia más modesta de los hombres sobre el tapiz de la humanidad. Ferrante es otra cosa.
Poco es lo que sabemos de ella. El anonimato de esta autora italiana suscita apasionados debates en los ambientes intelectuales de su país y en la Red. Su misterio nos lleva acompañando cerca de veinticinco años, desde que en 1992 publicara su p ...
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