El patriarca y el rabino, por la paz en Tierra Santa

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Dos personalidades religiosas de Israel, el rabino Menachem Froman y el patriarca católico Michel Sabbah, que tratan de impulsar la paz entre palestinos e israelíes, han hecho recientemente declaraciones a la prensa.

Menachem Froman lleva años alentando el diálogo con cristianos y musulmanes, para separar los aspectos religiosos de los políticos en el conflicto entre Israel y Palestina. En una entrevista publicada en Newsweek (16-IV-2001) insiste en este propósito y ofrece algunas soluciones.

Froman afirma que Arafat está de acuerdo con él en promover un diálogo entre líderes religiosos de ambas partes. «Los problemas religiosos deben separarse de los políticos»: por eso «he animado a Arafat a enviar una carta a los dos rabinos jefes de Israel para formar el comité, y la idea le ha parecido bien», dice.

A la pregunta sobre el papel que podría desempeñar la religión en la solución del conflicto, Froman responde que «la religión y la política son como la pólvora y las cerillas. En Oriente Medio, la energía y la motivación proceden de la religión en ambos frentes. Si la política y la religión pudieran separarse, la religión desempeñaría un papel positivo».

En cuanto al problema del estatuto de Jerusalén, Froman dice que otras cuestiones materiales, como la del agua y la tierra, presentan mayores dificultades. «Siempre he dicho que no es posible conseguir la paz en Tierra Santa sin tener en cuenta en primer lugar la religión. No puedes proponer a ninguna parte que entregue Jerusalén, ya que las dos consideran que Jerusalén pertenece a Dios. De manera que no se le puede dar a nadie. Por eso digo: demos Jerusalén a Dios».

La entrevistadora pregunta qué significa esto en la práctica. Froman responde que «el Monte del Templo no tiene ni petróleo, ni oro ni agua. Sólo contiene los sentimientos más profundos de cristianos, judíos y musulmanes. Es decir, la fe. El comité religioso que propongo debería excluir el Monte del Templo de la jurisdicción política. Prohibido entrar con armas. Dejemos las armas fuera de todos los lugares santos».

En declaraciones a La Croix (25-IV-2001), Mons. Michel Sabbah, patriarca latino de Jerusalén, habla de las condiciones necesarias para detener la violencia y de la acción de la Iglesia católica en favor de la paz. «La Iglesia trata de alzar su voz. No siempre es comprendida. Fácilmente se la clasifica como pro-palestina, anti-israelí. En realidad, la Iglesia, cristiana y palestina, sigue siendo Iglesia y dirige su solicitud tanto a palestinos como a israelíes».

Añade Mons. Sabbah: «Nosotros condenamos la violencia. Pero decimos: la ocupación militar [israelí] es violencia». El patriarca recuerda que el Estado de Israel comprende el 78% de la Palestina histórica; el 22% restante, conquistado por Israel en 1967, tiene actualmente estatuto de territorio ocupado o forma parte de la Autonomía palestina. «Es ese 22% de la Palestina histórica lo que los palestinos reclaman para constituir su Estado».

«Una sola cosa puede dar seguridad a Israel: la amistad del pueblo palestino», y no la obtendrá hasta que le dé «su libertad y su tierra». Se necesita también «una nueva educación para la paz». Como advierte un reciente informe de Pax Christi International (disponible en www.paxchristi.net), en el territorio palestino «una nueva generación crece en el odio y la violencia». «La nueva educación para la paz -explica el patriarca- ha de ayudar a palestinos e israelíes a ver que el otro no es el enemigo al que odiar y matar, sino el hermano con quien hay que construir la nueva sociedad israelí y palestina».

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