Veintisiete países del Consejo de Europa han firmado en Lisboa el Convenio sobre reconocimiento de las calificaciones de la educación superior, que permitirá convalidar los estudios universitarios realizados en cualquiera de los Estados signatarios y proseguirlos en otro.
La firma del convenio compromete a los Estados a reconocer las calificaciones de los estudiantes de los demás países, a menos que se compruebe que hay «diferencias sustanciales» en las exigencias académicas. La creciente movilidad estudiantil registrada en los últimos años ha movido al Consejo de Europa a unificar los convenios bilaterales existentes entre los miembros para evitar una «duplicación innecesaria de esfuerzos». La circulación de estudiantes en Europa ha aumentado mucho gracias a iniciativas de la Unión Europea como el programa de intercambio Sócrates (antes Erasmus), en el que han participado medio millón de universitarios desde el comienzo, en 1987.
Daniel Tarschys, secretario general del Consejo de Europa, subrayó la importancia política del convenio, pues «favorecerá la movilidad de los estudiantes y estrechará los lazos entre las instituciones universitarias de los países».
El convenio entrará en vigor cuando al menos cinco Estados lo ratifiquen, momento en que se creará una red de centros de información nacional para comprobar los estudios de los solicitantes. Un comité intergubernamental controlará los trámites para evitar discriminaciones y dictaminará cuándo hay «diferencias sustanciales». No obstante, cada país decidirá lo que estime oportuno y podrá apelar las decisiones del comité.
También se reconocerán «las cualificaciones de refugiados, personas desplazadas y personas asimiladas a los refugiados, que reúnan los requisitos de acceso a la educación superior, a programas complementarios o a actividades laborales».