En Francia se ha puesto en marcha una campaña contra la explotación sexual de menores en Asia, un floreciente negocio cuyos principales clientes son los turistas occidentales.
Se calcula que los niños prostituidos por las diversas mafias locales son unos 300.000 en Tailandia, 400.000 en la India, 100.000 en Filipinas y 30.000 en Sri Lanka. La iniciativa francesa, obra de diversas organizaciones de defensa de la infancia, cuenta con el apoyo del gobierno y de las agencias de viajes.
Desde 1990 existe una campaña internacional contra el «turismo sexual» en Asia, que en Francia está promovida por la Asociación contra la Prostitución Infantil, la Oficina Católica Internacional de la Infancia y otras organizaciones. El plan elaborado para 1993-94 se propone informar y movilizar a los profesionales del turismo y sensibilizar a la opinión pública.
Con este fin, se ha preparado un folleto que denuncia la explotación de niños asiáticos. Con la colaboración del Sindicato Nacional de Agencias de Viajes, se distribuirán 500.000 ejemplares en agencias de viajes, compañías aéreas, aeropuertos, oficinas de turismo, compañías de seguros y asistencia a viajeros, y centros de vacunación. El folleto explica la situación de los niños prostituidos e invita a los turistas a no permanecer pasivos y denunciar a los explotadores ante las autoridades locales.
El gobierno apoya activamente la campaña y proyecta satisfacer una reclamación de las organizaciones promotoras: penar la pederastia cometida por franceses en el extranjero, que actualmente no es delito. Esta laguna legal impide a Francia cooperar eficazmente, en el ámbito internacional, a la lucha contra esa plaga. También se pide que se prohíban ciertas guías de viajes que son como los manuales de los turistas pederastas.