La desigualdad social en Brasil, una de las mayores de Latinoamérica, tiene mucho que ver con la estratificación que se produce en su sistema educativo. Allí, el salario de los universitarios es 2,5 veces superior al del resto.
Todo empieza en la enseñanza básica, que comprende las etapas primaria y secundaria: los hijos de familias con más recursos acuden a escuelas privadas, mucho mejores en lo académico; como obtienen notas superiores en la prueba de acceso a la universidad, entran en las carreras más demandadas (generalmente en universidades públicas), que a su vez dan acceso a los trabajos mejor remunerados y con mayor reputación social. De esta forma se refuerza la separación entre clases.
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