Bélgica invierte en «empleos familiares»

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Todos los ayuntamientos de Bélgica tienen que poner en funcionamiento una agencia de empleo para servicios familiares a domicilio, cuyo fin es dar trabajo a personas con escaso nivel de capacitación laboral y que llevan más de tres años en paro. Esta decisión del gobierno instaura algo que funciona desde 1987 con mediana aceptación.

Los desempleados mantendrán el subsidio de paro junto a lo que ganen con estos servicios, y quienes les den empleo podrán desgravar de sus impuestos la retribución. Entre los servicios domésticos se incluye limpiar la casa, recoger a los niños en el colegio, realizar trabajos de jardinería, cuidar enfermos, etc.

El gobierno belga trata con estas medidas de sacar del aislamiento a los parados y de evitar que estas tareas se conviertan en trabajo clandestino. En la mayoría de los ayuntamientos del país ya funciona este sistema. Sin embargo, ciudades como Gante y algunos distritos de Bruselas se han negadoa introducir las agencias porque las consideran una medida que obstaculiza las auténticas soluciones para la creación de empleo. El gobierno ha reservadounos 3.500 millones de pesetas para manteneren 1995 las agencias de empleo. Hasta ahora, unas 4.500 personas han recurrido a este servicio.

En Francia, que desde 1992 alienta los empleos a domicilio con ayudas fiscales a las familias, entró en vigor el pasado 1 de diciembre el llamado cheque empleo-servicio, un sistema de pago que, entre otras ventajas, agiliza los trámites burocráticos (ver servicio 123/94).

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