¿Podemos hablar de la existencia de la cultura para élites diferenciada de la cultura para masas? La misma formulación, tan jerárquica, parece un desaire contra la democratización igualatoria. Por ello, esa distinción tan general necesita distinguir qué es cultura auténtica y qué es entretenimiento; qué tiene calidad se llame como se llame y un valor intrínseco llamado a permanecer, o un valor hedonista y facilón llamado a ser consumido y sustituido rápidamente por el siguiente producto.
Alex Ross, autor de
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